«El futuro nos lo jugaremos en nuestra capacidad de competir»

David Alonso
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Consejero 'todoterreno' en la Junta de Castilla y León y desde hace dos años portavoz del primer gobierno de coalición PP-Vox en una autonomía, acaba de sacar adelante un presupuesto para 2024 que confía en «consolidar y afianzar» el crecimiento

«El futuro nos lo jugaremos en nuestra capacidad de competir» - Foto: Miriam Chacón

Casi veinticinco años en lo más alto de la política de Castilla y León, quince de ellos como consejero de distintas áreas, definen a Carlos Fernández Carriedo (Monzón de Campos, 1963), como uno de los grandes 'fontaneros' de la Administración Autonómica. Sanidad, Medio Ambiente, Empleo y ahora Economía y Hacienda dibujan una trayectoría 'todoterreno' a la que se le suma desde hace dos años la portavocía del primer gobierno de coalición autonómico entre PP y Vox.

Acaban de cerrar un presupuesto récord de 14.562 millones de euros. Ha costado que vea la luz pero ha reiterado su importancia para los ciudadanos y los servicios públicos. ¿En qué se va a notar?

Pues lo primero es que la estimación macroeconómica que hemos hecho para este año ha sido avalada positivamente por la Airef, lo cual es un buen dato porque a veces la crítica es que las Administraciones Públicas hacemos estimaciones muy ambiciosas y aquí es al contrario, son prudentes y realistas como estimado la Airef. Ahora nuestro objetivo es cumplirlo. Cómo va a contribuir a ello, pues hay que reconocer que llevamos una etapa positiva en Castilla y León con crecimiento económico, con liderazgo con el aumento de las exportaciones, y ahora este presupuesto tiene que contribuir a ese objetivo. Nuestra prioridad básica es, por un lado, ese crecimiento económico, la generación de empleo, y que eso se traduzca en capacidad para transformar y modernizar Castilla y León. Y, por otro, que haya recursos suficientes para que los servicios públicos se sigan prestando con calidad y afortunadamente en Castilla y León nuestros servicios públicos son de la máxima calidad en España.

Este es el cuarto presupuesto que tiene Castilla y León en ocho años y las elecciones autonómicas se esperan en menos de dos años… ¿Podría valer para más de un año ante una hipotética prórroga?

Nuestro objetivo es publicar en el plazo de un mes la orden de elaboración de los nuevos presupuestos para el año 2025, y por tanto trabajar en esa dirección. Yo creo que hay una buena sintonía en todo el Gobierno para que podamos aprobar un presupuesto para el año 2025.

Los fondos europeos, ese gran manantial de dinero estos años, tocan a su fin. ¿Es este el último gran presupuesto de Castilla y León?

Los fondos europeos ya han comenzado a descender en el año 2024. El que los estemos ejecutando de una forma intensa en Castilla y León tiene también el hecho de que se van agotando y por tanto es verdad que en los próximos años viviremos una senda descendente en los fondos europeos. Además ya son de aplicación las reglas fiscales y volvemos a la senda de estabilidad presupuestaria de antes de la pandemia. Este presupuesto del 2024 ya incorpora un déficit del 0,1% del PIB y para el año 2025 la estimación es tener estabilidad presupuestaria y por tanto seguir una senda descendente en la evolución de la deuda sobre PIB.

Son dos aspectos que nos hacen pensar que el dato de este año y quizás del próximo pueda ser irrepetible para el futuro, y por tanto nos centramos en una senda de mayor estabilidad en la evolución de los presupuestos. Todo dependerá de qué va a pasar con la financiación.

El presupuesto de este año y quizás del próximo puede que sea irrepetible para el futuro"

El presupuesto llega con el primer cuatrimestre superado. ¿Puede ser un problema para aplicarlo?

Nosotros desde el primer momento habíamos prorrogado el presupuesto del año anterior y durante algo más de dos meses ya sabíamos cuál iba a ser el presupuesto para este año, porque sabía aprobado el proyecto, y por tanto las consejerías vienen trabajando casi desde el principio del año con el presupuesto que van a disponer. Las consejerías saben el horizonte presupuestario y vienen trabajando con cargo de este presupuesto. Nos va a exigir más trabajo porque ahora tenemos que cargar estos créditos al presupuesto nuevo, pero no va a suponer una dificultad.

Más empleo, menos paro, sube el PIB, récord de exportaciones… ¿Está la economía de Castilla y León en su mejor momento desde 2008?

Quizás sí. Naturalmente en el año 2008 comenzó la crisis económica y ya fue a partir del 2013 la recuperación, y luego vimos una situación negativa con motivo de la pandemia, la guerra en el este de Europa. Pero es verdad que habría que remontarse a esos años para encontrar un nivel comparable de empleo como el que tenemos. Pero en ningún caso hay que fiarse porque siendo conscientes que nuestro nivel de PIB, de empleo, o de actividad es de los más altos, no estamos exentos de algunas dificultades. La inflación está en un nivel extremadamente alto y aunque hayamos contenido esta inflación, viviremos durante cierto tiempo con precios elevados.

La economía regional creció el pasado año el 2,7%, muy por encima de su previsión y este año estiman el 1,7%. ¿Por dónde esperan que llegue ese menor dinamismo?

Hemos sido prudentes y las previsiones en Castilla y León las hemos superado con creces. Eso es siempre positivo. Qué sector puede tener dificultades para este año en menor crecimiento que el pasado, pues el sector industrial de Castilla y León fue el segundo de España con mayor crecimiento en el índice de producción y esto es difícil que se pueda repetir. Y luego las exportaciones han evolucionado muy bien y también es difícil que se pueda producir. Son sectores que pueden tener alguna dificultad. Hay una indefinición en el sector servicios, pero está funcionando bastante bien y dependerá de la evolución de la demanda interna.

Por el contrario, esperamos una cierta recuperación en el sector agrícola. Llevamos dos años muy negativos de la cosecha agraria, de los costes de los inputs y con algunas enfermedades en el sector ganadero relevantes, y al menos las expectativas de este primer cuatrimestre es que el sector evolucione mejor. Yo diría que viviremos una mayor estabilidad en el sector industrial, en el comercio exterior, en los servicios y la construcción, y habrá un mayor crecimiento en el sector primario. 

Unos datos de crecimiento que llegan tras casi dos años con el fantasma de la desaceleración económica o incluso de la recesión… ¿Quién ha fallado en sus cálculos?

En algunos datos se ha acertado y en otros hemos superado expectativas. Hemos acertado el impacto de la inflación y de los tipos de interés. Se ha acertado en que nuestro entorno, donde se habían concentrado las exportaciones, hay una desaceleración del crecimiento económico. Pero sin embargo el comportamiento ha sido mejor de lo estimado desde el punto de vista del comercio exterior, que ha tirado mucho del sector industrial, básicamente porque hemos sido capaces de diversificar nuestro sector hacia otras zonas del mundo. Y luego la demanda interna ha funcionado bien. Pero esto no nos impide ver dificultades que siguen existiendo como la dificultad de muchos jóvenes para adquirir una vivienda o para hacer inversiones en el largo plazo, y por tanto es verdad que hemos venido creciendo más de lo que se esperaba, pero tampoco ignoramos que haya algunos riesgos y algunas incertidumbres que nos tienen que mantener alerta.

No tenemos que limitar la capacidad de ningún territorio para atraer cualquier tipo de sector productivo"

 

El presidente Alfonso Fernández Mañueco ha realizado en varias ocasiones una llamada a construir la 'Castilla y León del futuro'. ¿Por dónde pasa esa Castilla y León del futuro en materia económica?

La tendencia clara la tenemos muy bien definida en nuestro Acuerdo Marco de Competitividad. Innovar para situar a Castilla y León como una comunidad innovadora. Afortunadamente el salto que se ha dado en los últimos 10-15 años ha sido gigantesco. El acceso al crédito es fundamental en un contexto de subida de los tipos de intereses. Tenemos la suerte de tener quizá la mejor sociedad de garantía recíproca de toda España, que es Iberaval, y que tiene un funcionamiento muy profesional. Para nosotros es fundamental la competitividad en un escenario muy abierto y por lo tanto la capacidad de exportar y esto nos está funcionando bien. Otra es disponer de suelo empresarial en condiciones de calidad, que es una ventaja de Castilla y León por disponer de territorio.

Un quinto es el que tiene que ver con la energía que garantice nuestra soberanía energética sin dependencia de las crisis internacionales, pero también en buenas condiciones de precio y de forma sostenible con etiqueta verde. Un sexto factor es el que tiene que ver con la digitalización, que es determinante para Castilla y León. Tenemos las empresas ideales para beneficiarse del nuevo escenario, como son las pymes distribuidas en el territorio. Yo creo que esos son los factores esenciales. 

Si a eso unimos  que tenemos una comunidad con impuestos más bajos que la media, y que está muy bien ubicada como un lugar estratégico para la logística nos surgen una serie de factores que yo redondearía quizá con el más relevante de todos ellos, que es el talento. Este es el principal factor de Castilla y León. Creamos talento en el ámbito educativo y comenzamos a ver que somos capaces de retener ese talento. Los cambios no son rápidos, o al menos tan rápidos como nos gustaría, pero yo soy optimista de que al final esto se tiene que notar. 

Las exportaciones del pasado año fueron un récord absoluto en Castilla y León y en los primeros meses de este crece a doble dígito. ¿Cuanto techo tiene todavía el sector?

Que se exporte mucho depende de unos factores que no controlamos tanto y otros que controlamos más. El que no controlamos es la capacidad de demanda que puedan tener nuestros principales clientes. Por eso es tan importante diversificar en el territorio. Y un factor que sí controlamos es nuestra capacidad de competir. Que tengamos empresas competitivas supone producir calidad y hacerlo a precios razonables. No se trata solo de llegar a los mercados, sino de mantenerse. Y esto es lo que nos pasa en Castilla y León, que la gente que prueba los productos acaba confiando en ellos. Da igual el sector productivo porque tenemos una economía muy diversificada. Exportamos en el automóvil y partes del automóvil, pero también mucho en agroalimentación, y a su vez muy diverso. Tenemos los bienes de equipos como el químico-farmacéutico o el energético, etcétera, que nos hacen tener presencia en los mercados. Lo que es muy importante es que tengamos claro que el futuro nos lo vamos a jugar en nuestra capacidad de competir. Hay que ser valientes y ser decididos.

Hay inversiones en las que tenemos que incidir y que no podemos hacer al ritmo que nos gustaría porque la financiación autonómica no se ha abordado"

Hemos pasado ya el ecuador del V Plan de Internacionalización de Castilla y León y el VI se asoma en el horizonte. ¿Qué retos tendrá que afrontar el nuevo plan?

Han pasado algunas cosas desde que pusimos en marcha este plan y quizá haya que pensar también en prolongarlo en alguna medida. Pero básicamente esta doble idea que teníamos de diversificar territorios y diversificar productos sigue plenamente vigente. Estamos recuperando nuestra presencia física en el exterior en ferias, que durante algún tiempo no ha podido ser así. Y ahora volvemos y lo bueno es que no hemos perdido posición. Esto ha sido muy positivo porque muchos territorios durante la pandemia han perdido lo que habían avanzado y ahora tendrían que recuperar, pero nosotros hemos seguido vendiendo, hemos estado en esos mercados, y esa es la base para seguir creciendo.

Los fondos europeos y el plan de recuperación se vendieron como una última oportunidad de transformar el modelo productivo de Castilla y León, pero el sector servicios sigue siendo capital y la industria no termina de romper el cascarón...

Nosotros hemos pedido al Gobierno que escuchara a los sectores productivos y a las comunidades a la hora de abordar la definición de estos fondos. Es verdad que los hemos gastado bien en Castilla y León, como demuestra la estadística del Ministerio de Economía que nos sitúa como los terceros de España en ejecución de fondos europeos y los segundos si hablamos de la ejecución de fondos en I+D+i. Pero hubieran podido ser mejores resultados si nos hubieran dejado tomar decisiones a nosotros. Yo sí creo que durante este tiempo las empresas se han modernizado y han mejorado esto que hemos dicho que son las bases de la competitividad. Las empresas tienen muy claro la exigencia de los mercados y tienen muy claro cómo competir, y nosotros lo que estamos haciendo es básicamente ayudar en aquello que más necesitan. A veces es un apoyo para que puedan innovar, otras para que puedan acceder al crédito en mejores condiciones, o para tener una garantía de suministro energético... Tenemos muy claro que los protagonistas son las empresas y sería un error, y yo creo que eso se ha pecado cuando se diseñaron los fondos europeos, el pensar que somos las Administraciones quienes diseñamos el modelo.

¿Cómo se puede entroncar una transformación del modelo productivo con una Comunidad de nueve provincias con tensiones entre ellas? ¿La especialización por provincias es una solución?

Nosotros no tenemos que limitar la capacidad de ningún territorio para atraer cualquier tipo de sector productivo, al contrario, tenemos que apoyarlo. Pero también somos muy conscientes de que, pese a estar cuatro puntos por encima de la media en el sector industrial, tenemos provincias entre las mejores de España en el sector industrial y otras que están lejos de esa situación. Y esas zonas deben tener un apoyo específico y es ahí donde tienen cabida los Planes Territoriales. Esos son los retos que tenemos para los próximos años. Tenemos sectores productivos que han venido extendiéndose en más de una provincia. Por ejemplo, el sector del automóvil no está vinculado solo a Palencia y Valladolid, también llega a Ávila, tenemos empresas importantes en Burgos, pero también en Soria o Salamanca.Tenemos que aprovechar todas las capacidades y afortunadamente tenemos  una Comunidad muy extensa muy grande. Vamos a aprovechar todas las capacidades y ayudar donde haya más problemas, que es el mundo rural.

Para todo eso hace falta dinero. Mucho. Y una de sus críticas más recurrentes es la ineficacia del modelo de financiación y la urgente necesidad de renovarlo...

El modelo de financiación se firmó en 2009 y es evidente que desde entonces han pasado muchas cosas. Pensar que nuestra sanidad es igual hoy que antes la pandemia es desconocer la realidad. Nosotros hemos incurrido en muchos gastos por la pandemia, no solo en sanidad, también en educación y en servicios sociales. Y una parte de estos gastos y de este esfuerzo ha quedado entre nosotros para siempre. No es tanto que podríamos hacer con ese dinero, es que ese dinero lo necesitamos para financiar lo que estamos haciendo ya. Desde 2009 se han ido deslizando los fondos de todas las consejerías hacia aquellas que gestionaban estos servicios públicos. Lo que no podemos pensar es que de cara al futuro, donde lógicamente la sanidad sigue siendo muy importante, esto va a hacerse a costa del resto de actividades, que también necesitan inversiones.

Y pensar que al final estas tareas concentran todo nuestro esfuerzo y supone ir quitando recursos de materias muy importantes como es la vivienda, el empleo, la agricultura, la protección civil, las infraestructuras, el transporte, la digitalización, la cultura, el turismo… Sí que es verdad que habría cosas que nos gustaría mejorar, inversiones en las que tenemos que incidir y que no estamos pudiendo hacer al ritmo que nos gustaría porque la financiación autonómica no se ha abordado.

No son tantos los contribuyentes del Impuesto de Patrimonio y somos conscientes que hay personas  con rentas bajas que necesitan que sigamos apoyándoles"

¿Algún ejemplo de esas actuaciones que estén paralizadas?

Si uno repasa las cuentas públicas vemos que el crecimiento de las consejerías gestoras de servicios públicos en el tiempo han sido muy relevantes. Hemos venido dilatando en el tiempo algunas infraestructuras que vienen siendo ya imprescindibles y que podríamos acelerar si tuviéramos más recursos. Y si uno no invierte al final la capacidad de crecimiento se puede deteriorar. Nosotros tenemos algo menos del 6% de la financiación de España pero tenemos el 19% de la superficie forestal, y nuestros medios de extinción de incendios se aplican sobre casi el 20% del territorio de España. Tenemos casi el 20% de los kilómetros de carretera titularidad autonómica, tenemos el 20% de las infraestructuras agrícolas... Y esto lo podemos sostener durante un tiempo, pero sostener el crecimiento económico sin inversiones acaba siendo un riesgo.

Llevan cuatro paquetes de rebajas fiscales en tres años, no sé si queda margen ya para aquilatar más la fiscalidad en Castilla y León.

No solamente es una cuestión del margen que nos quede, sino la voluntad que tenemos, que es que dentro del margen que nos quede seguir bajando impuestos. El margen no es infinito, pero el que tengamos lo queremos seguir aplicando a rebajar impuestos. Hemos demostrado que gestionando y gastando bien los márgenes se pueden dedicar a esta finalidad y bajar impuestos a las familias, autónomos, y a la capacidad del crecimiento de la economía.

Pero Castilla y León se negó a meter la tijera en el Impuesto de Patrimonio a finales de 2022 como Galicia, Murcia o Andalucía. ¿Qué es lo que no les convenció?

Nosotros en 2022 veníamos de un 2021 donde habíamos eliminado ya el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y en 2022 hicimos una rebaja del IRPF para todos los ciudadanos, y proporcionalmente más para las rentas más bajas que nos parecía muy oportuno en aquel momento de muy alta inflación. Al final se trata de tomar las mejores decisiones.

¿Y lo van a tocar durante esta Legislatura?

Hay que madurar muy bien esa decisión. No son tantos los contribuyentes por el Impuesto de Patrimonio en nuestra comunidad y tenemos que ser conscientes de que hay personas con rentas muy bajas que requieren que sigamos apoyándoles. Hay que tener un punto de equilibrio muy razonable y eso es lo que hemos hecho.