La falta de relevo deja la cosecha de alubia en menos de 25t

Rubén Abad
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El cultivo se ciñe a entre 15 y 20 hectáreas de terreno, aproximadamente la mitad que una década atrás. El rendimiento ronda los 1.000 kilos en riñón y 1.500 en pinta. El número de productores no llega a la decena

La falta de relevo deja la cosecha de alubia en menos de 25t

Con la primera quincena de octubre llegó la cosecha de la alubia en la comarca de Saldaña, donde este cultivo ha ganado peso y prestigio a nivel nacional gracias a las características de un producto gastronómico que destaca por su piel fina, su textura suave y su gran sabor. Ahora que la leguminosa ya está en los almacenes, toca hacer balance de un alimento que ha sabido hacerse un hueco en las cocinas de los palentinos y también en los fogones de los mejores restaurantes del país, aunque no pasa ahora precisamente por su mejor momento.

Según los datos recabados por Diario Palentino en la comarca, las hectáreas dedicadas a este cultivo se han reducido drásticamente a unas quince, aproximadamente la mitad de las que se sembraban tan solo una década atrás resultado de la falta de relevo generacional en el campo. Como consecuencia inmediata, apenas queda una decena de productores y la cosecha ha caído este año en picado por debajo de las 25 toneladas (en 2022 unas 30), con rendimientos que rondan los mil kilos por hectárea en la alubia blanca de riñón -conocida popularmente como la perla de LaVega- y los 1.500 en la pinta.

La situación es tal que algunos expertos gastronómicos ya alertan del peligro que corre este cultivo saldañés si se mantiene la tendencia actual, toda vez que Leguminor (la empresa radicada en Saldaña referente en el sector)cierra sus puertas tras la jubilación de su propietario, Sabas Calvo. Y es que cada vez son menos, y muchos se limitan a cultivar para el autoconsumo.

Todo ello a pesar de que este año lo tenían todo a su favor frente a un 2022 que los agricultores de la zona califican como «desastroso» en lo referente a este cultivo. Y es que el pasado año se recogieron «tarde, mal y pocas» por la sequía prolongada y las restricciones de agua, que obligaron a espaciar los riegos. En contraposición, este año el comportamiento ha sido mucho mejor con una temperatura «más homogénea».

LA VIEJA OLMA

La Vieja Olma es la única empresa con marca propia que mantiene el cultivo en la provincia. A sus mandos está Luis Lorenzo, que este año ha cultivado entre 3,5 y 4 hectáreas de alubia y de 12 a 15 de garbanzos entre las localidades de Villanueva de los Nabos y Villaturde. Un alimento que califica de «muy complicado», pero que goza de una gran fama entre el público, tanto particulares como profesionales.

«La gente lo valora y lo aprecia», señala Lorenzo, quien coloca sus legumbres en tiendas especializadas, las vende directamente a particulares y las distribuye también en restaurantes al precio de 4,5 euros (no varía con respecto a la campaña anterior) el saco de kilo tanto la blanca como la pinta.

Las provincias de Palencia y Valladolid y la vecina comunidad de Cantabria son los principales mercados, mientras que la venta online es casi testimonial porque no sale a cuenta el transporte. Sin embargo, muchos prefieren pagar un poco más y hacerse con un producto de primera calidad.