Este viernes, también día 13 de septiembre como en 1974, se cumplen 50 años de la explosión de una potente bomba reforzada con metralla en el salón comedor de la cafetería Rolando, ubicada en la calle del Correo, al lado de la Puerta del Sol, en Madrid. Esa jornada murieron 11 personas y más de 70 resultaron heridas. Debido a las secuelas físicas, Gerardo García Pérez falleció el 29 de septiembre de 1974 y el inspector Félix Ayuso Pinel, el único policía de la lista, el 11 de enero de 1977. Así, el balance final de la matanza de Rolando ascendió a 13 víctimas mortales.
Fue el primer atentado indiscriminado de la larga historia de ETA, aunque la organización terrorista no reconoció su responsabilidad hasta 2018, y es que en ese momento, en vez de reivindicar el crimen culpó a la ultraderecha y al régimen franquista, según la introducción de Rolando 2:15-2:45. 50 años de la primera masacre de ETA, exposición inaugurada ayer en el Aulario que puede visitarse hasta el 30 de octubre.
La muestra, organizada por el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo y el Departamento de Historia Moderna, Contemporánea de América y Periodismo de la Universidad de Valladolid (UVa), en colaboración con el Vicerrectorado del campus palentino, está estructurada en 22 paneles, con códigos QR que aportan más información. Entre ellos, el dedicado a ETA en 1974, el más luctuoso de su historia hasta entonces ya que la banda asesinó a 19 personas, o el que hace referencia al primer comando -en la madrugada del 5 al 6 de julio de 1974 llegaron a Madrid tres miembros de ETA: José María Arruabarrena (Tanque), Faustino Estanislao Villanueva (Chapu) y José Manuel Galarraga (Potxolo)-.
El magnicidio del 20 de diciembre de 1973, cuando una bomba compuesta por 75 kilogramos de goma 2E-C explotó en la calle Claudio Coello de Madrid cuando pasaba el vehículo del presidente del Gobierno ?(fallecieron el almirante Luis Carrero Blanco, su chófer, José Luis Pérez Mogena, y su escolta, el inspector Juan Antonio Bueno Fernández) ocupa otro de los paneles, así como La red de Eva Forest ?(sin su ayuda ETA no hubiera podido llevar a cabo ni el magnicidio de Carrero Blanco en 1973 ni la masacre de la cafetería Rolando al año siguiente).
El segundo comando centra otro de los paneles, en el que señala que Bernard Oyarzabal Bidegorri y María Lourdes Cristóbal, una pareja de jóvenes vascofranceses que se movían en el entorno de ETA, comieron un par de veces en la cafetería Rolando y dibujaron un croquis del local. También se puede ver en esta muestra la cronología del 13 de septiembre de 1974, así como la historia de víctimas como Baldomero Barral y María Josefina Pérez; Antonio Alonso Palacín y María Jesús Arcos, o la de héroes como Pedro Chicote Alonso.
versión. La muestra está comisariada por Gaizka Fernández, responsable del Área de Archivo, Investigación y Documentación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo; Ana Escauriaza, investigadora de la Universidad de Navarra, y David Mota, profesor de la Universidad de Valladolid (en las facultades de Educación y Comercio y Relaciones Laborales de La Yutera). Este explicó sobre la muestra que «es una versión adaptada para la universidad» de la que ahora puede visitarse en el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, montada una vez que, junto con Gaizka Fernández y Ana Escauriaza decideron que, dado que «era un atentado que apenas se había reivindicado desde el punto de vista memorialista, olvidado ya que se produjo durante el franquismo, en su 50 aniversario qué mejor que hacer una exposición».
Experto en estudios de terrorismo y victimológicos, puesto que casi toda su trayectoria lleva dedicado a trabajar estos temas, Mota comentó que, dado que La Yutera tiene una Facultad de Educación, «qué menos que tratar de traer este tipo de contenidos para que los futuros docentes puedan trasladarlo el día de mañana». En su calidad de profesor titular de Historia Contemporánea, que imparte asignaturas vinculadas a la historia social y memoria histórica en las facultades de Educación y Comercio y Relaciones Laborales -sede Palencia-, comentó que, según ha visto en diferentes grados, a excepción de Antropología social y cultural, entre su alumnado «la memoria del terrorismo es cada vez más obsoleta, no tiene unas bases firmes».
La exposición se inauguró ayer acto al que, entre otros, asistieron el director del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez; el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, Sebastián Nogales; y el vicerrector de campus palentino, Julio Javier Diez Casero.