La provincia ha lamentado el suicidio de 151 personas en los últimos diez años.Así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León (Copcyl) se hizo eco  ayer con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una conmemoración encabezada por la AsociaciónInternacional para la Prevención del Suicidio (ISAP) que está avalada por laOrganizaciónMundial de laSalud (OMS). El gran objetivo de la jornada es concienciar a toda la población de que el suicidio puede evitarse. 

Desde las asociaciones de Salud Mental de Palencia yGuardo explican que llevan varios años trabajando para evitar la conducta suicida en la sociedad.  Por un lado, ofrecen atención individualizada a las personas que lo demanden y, por otro, organizan charlas sobre la gestión de las emociones en institutos y colegios concertados. «Están teniendo una buena acogida», detalla la psicóloga de la entidad palentina, Lorena Mocha. Desde la villa norteña, la psicóloga Vanessa Duarte comenta que, en su caso, han hecho hincapié en las redes sociales. Además, en la capital existe un grupo de apoyo mutuo en el que participan cada quince días personas que intentaron poner fin a su vida y familiares que han vivido este drama en primera persona.

Fruto de las actividades en los centros escolares, los profesionales de ambas entidades están notando un aumento de los jóvenes que contactan con ellos para pedir ayuda. «Antes no trabajábamos tanto con la población infanto-juvenil y ahora cada vez hay más casos. Se ha perdido un poco el temor a acercarse a un lugar donde se trabaja la salud mental y nosotros lo que queremos es acercarles que la salud mental es algo que hay que cuidar y trabajar», añade Mocha antes de incidir en la importancia de la desestigmatización de esta cuestión y de una adecuada atención social y sanitaria de calidad. En términos similares se expresa Duarte, que asegura que «a raíz de las charlas que hemos dado en los institutos se han acercado menores» para reclamar apoyo en lo relacionado con la salud mental.

MÁS INVERSIÓN. Por otro lado, la psicóloga palentina explica que esta cuestión «se ha tapado mucho por el miedo al efecto llamada y a no saber cómo abordar este tipo de situaciones», aunque añade que «cada vez nos vamos concienciando más». «La pandemia nos ayudó un poco a visibilizar la salud mental y hemos tomado más conciencia de que nadie podemos estar exentos de sufrir un problema», declaró Mocha, que aboga por «hablar sobre ello». «Es un tema bastante delicado, pero creo que viene bien y eso es lo que puede posibilitar dar una ayuda», declara.

Además, Mocha manifiesta que «siempre» es necesario invertir más para evitar el suicidio, sobre todo en prevención y en la atención. «Faltan profesionales, sobre todo enAtención Primaria», declara. En la misma línea opina Duarte, quien  cree que el número de suicidios «podría reducirse siempre y cuando haya más inversión, más prevención y más profesionales». «Tanto en la Seguridad Social como aquí llega un punto en el que estamos desbordados. Hay que hablar de ello, hay que desestigmatizar y hay que darlo más visibilidad», declara la guardense, que recalca que «por cada suicidio consumado hay otros veinte que lo intentan».

El Colegio de Psicología de Castilla y León reclama una Ley Nacional

El Colegio Oficial de Psicología  de Castilla y León (Copcyl) recuerda  que «con prevención y la ayuda de profesionales se puede reducir la cifra» de las muertes voluntarias que se producen cada año en Palencia. El vicedecano de la institución, Jesús de Blas,  asegura que «ha sido necesario poner sobre la mesa esta lacra, pero no sirve de nada si no va acompañada de una Ley Nacional de Prevención del Suicidio». De hecho, explica que la prevención «tiene que llegar por esa vía» para poder establecer estrategias para las situaciones de riesgo, así como aumentar las ratios de los profesionales de Atención Primaria, dar un buen acompañamiento a los familiares y destinar un presupuesto. Por su parte, el decano del Copcyl, Jaime Gutiérrez, manifestó que «es fundamental conocer las señales de alerta de riesgo de conducta suicida para poder intervenir». «Siempre hay señales, ya sea frases, estados de ánimo, determinadas conductas u organización de papeleos», concluyen desde el colegio.