Diálogo, diálogo y más diálogo. Alfonso Fernández Mañueco arrancó ayer en el nuevo curso político en las Cortes con una continua oferta de pactos y acuerdos a casi todo aquel que le interpeló durante la primera sesión de control al presidente tras el verano. La nueva aritmética parlamentaria tras la salida de Vox del Gobierno regional obliga al presidente de la Junta a tener que sentarse a negociar con todos los grupos para amarrar los diez 'síes' que necesita para alcanzar los 41 apoyos que otorgan la mayoría de la Cámara. Diálogo ofreció al líder del PSOE, Luis Tudanca. Y diálogo ofreció al de Vox, Juan García-Gallardo. Todo ello escoltado por primera vez en la bancada de las butacas azules por Isabel Blanco. «Voy a seguir gestionando el presente y labrando el futuro de Castilla y León con aquellos que quieran trabajar por el futuro de Castilla y León». Misma oferta, y casi la misma respuesta.
Desde la bancada socialista, que recibió el apoyo y pésame unánime de todos los grupos por el fallecimiento de la hermana de Ana Sánchez, el turno de Tudanca se centró en una retahíla de reproches a un Gobierno «débil y frágil» tras perder la mayoría parlamentaria: «Habla de diálogo pero rechazó las 2.000 enmiendas del PSOE a los presupuestos». En Vox, García-Gallardo estrenó su condición de portavoz parlamentario apretando las diferencias ideológicas con su antiguo socio. Aborto, Agenda 2030 y Memoria Histórica fueron las temáticas «muy concretas» por las que el exvicepresidente autonómico interpeló a Fernández Mañueco para conocer la postura de la nueva Junta al respecto: «¿Qué principios del PP vamos a ver?».
Dos envites de ambos líderes de la oposición de los que el presidente se fajó envuelto en un tono sosegado y la bandera del diálogo. «Tengo las mismas ganas de seguir haciendo cosas por nuestra tierra con la estabilidad política y el diálogo como bases». Y de la crítica. Que también fue casi la misma para Tudanca y García-Gallardo. A los dos les acusó de estar «atados» a las directrices «partidistas» que se deciden en Madrid y «no tener capacidad de decisión» desde Castilla y León. «Será difícil si optan por las estrategias de partido marcadas por su formación política en Madrid y tan alejadas de Castilla y León».
«Marioneta de Sánchez»
También hubo diferencias en la réplica de Fernández Mañueco a los portavoces de PSOE y Vox. Al socialista le reprochó «ser una marioneta de Sánchez» y retomaron cruces de acusaciones ya vividos antes del verano sobre la «falsa» oferta de diálogo y acuerdos de ambos. «No estrecha la mano que tantas veces le he tendido en sanidad o Corredor Atlántico, o pone condiciones intransigentes. Eso no es diálogo, es imposición», recordó el presidente de la Junta, que concluyó su oferta de diálogo al PSOE señalando que «tenderá puentes a quien los quiera y en contra de los privilegios de Sánchez a los separatistas que tanto perjudican a Castilla y León».
Precisamente, Tudanca había concluido su intervención avisando a Fernández Mañueco de sus líneas rojas para alcanzar pactos: «Para defender los intereses de Castilla y León aquí nos tiene, para hacer oposición al Gobierno de España no cuente con nosotros». Entre las condiciones del PSOE para alcanzar acuerdos insistió en la retirada del «protocolo antiaborto» de la web de la Junta y de la Ley de Concordia; o «visibilizar» la lucha contra la violencia de género.
«Cordialidad»
El segundo en pasar por la pregunta de control al presidente fue García-Gallardo, al que Fernández Mañueco, desde la «cordialidad personal e institucional», le instó a volver «a la senda para mejorar la vida de las personas de Castilla y León». Un punto en el que consideró que podrán «seguir llegando a acuerdos». Tras ser cuestionado por los «principios» que regirán a la nueva Junta, el presidente replicó al líder de Vox que «son los mismos» que tenía cuando firmaron en 2022 el pacto de Gobierno o cuando hace meses cerraron el presupuesto para 2024. «Me ha dicho que tengo que elegir, y yo elijo a las personas de Castilla y León», concluyó Fernández Mañueco, que evitó responder a las preguntas de García-Gallardo sobre la postura del nuevo Gobierno sobre el aborto, la Agenda 2030, o el futuro que le espera a la proposición de Ley de Concordia. Frente a estas «dudas» sobre el nuevo Gobierno autonómico, el portavoz de Vox garantizó que «los principios de los votantes de Vox, y de muchos del PP, sí van a ser defendidos» por su formación.