Populares y socialdemócratas mantuvieron ayer un intenso pulso por el reparto de cargos en el Parlamento europeo, aunque al cierre de esta edición la quiniela más previsible apuntaba este reparto: la conservadora Ursula von der Leyen, al frente de la Comisión Europea; el socialista portugués António Costa para la Presidencia del Consejo Europeo; la maltesa Roberta Metsola repetiría en el Parlamento Europeo y la estonia Kaja Kallas sería la nueva alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en sustitución de Josep Borrell.
En esa pugna para configurar la nueva cúpula comunitaria, el Partido Popular Europeo (PPE) planteó aceptar la candidatura del socialista portugués António Costa como próximo presidente del Consejo Europeo, pero limitando su mandato a dos años y medio para asegurarse de que los populares toman el relevo en la segunda mitad de la legislatura.
En el marco de la cumbre informal de ayer en Bruselas para repartir los principales cargos europeos, el PP quiso hacer valer los 190 escaños ganados en las elecciones de hace una semana. Por ello, además de la Presidencia de la Comisión Europea para Ursula von der Leyen, reclamaron que la segunda parte de la legislatura el Consejo Europeo recayera en un dirigente conservador.
Así lo ofrecieron en los encuentros informales de negociadores de las tres familias políticas implicadas: populares, socialistas y liberales. Pese al auge electoral del PP comunitario, fuentes diplomáticas advirtieron que los altos cargos son parte de una misma propuesta que tiene que reflejar el equilibrio de la coalición principal en la Eurocámara que incluye a socialistas y liberales. «Necesitamos contar con las tres familias», señalaron en referencia a los tres grupos mayoritarios que suman 406 escaños de los 720 del Parlamento Europeo.
«Como buena estrategia de negociación cada uno sube el precio. Cada uno entra pidiendo todo porque luego asumes que te llevas menos», apuntan fuentes de la delegación española, que tiene a Pedro Sánchez como uno de los negociadores de las formaciones socialistas.
Cada familia política ha designado a dos de los líderes europeos para negociar los cargos. De lado socialista, con Sánchez está el canciller alemán, Olaf Scholz, mientras que los negociadores populares son el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y los encargados liberales de la negociación son el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte.
Pese a que los líderes coinciden en la urgencia de tener un acuerdo pronto para la renovación de la cúpula institucional, la cumbre celebrada ayer era informal y no había votación, por lo que cualquier acuerdo tendrá que ser refrendado a finales de mes en la cumbre formal del 27 y 28 de junio.
En todo caso, el nombre de Costa está «bastante consolidado», señalaban las fuentes, que incidían en que no hay reparos acerca de las cuestiones judiciales en Portugal que le llevaron a presentar la dimisión en noviembre del pasado año.