Lantadilla escenificó en la tarde-noche de ayer un año más, en el interior de su iglesia parroquial, la fiesta medieval que se celebra el domingo anterior al día de Nuestra Señora de la Asunción (15 agosto), bajo el epígrafe de Batalla de LLantada, en la que conmemora la lucha mantenida a una milla de la localidad terracampina, donde El Cid Campeador luchó en las huestes de Sancho II de Castilla con el propósito de unificar los reinos de Castilla y de León,  contra su hermano Alfonso VI de León. 

La misa matinal en la ermita en honor a la patrona contó con una ofrenda floral y una procesión y dio paso a un mercado de alimentos y artesanía con mucho público. Entre la plaza mayor y la anexa pequeña hubo puestos con elaboraciones artesanales de las provincias de Palencia y Burgos. Se pudo adquirir legumbres, ajos, avalorios, ropa, artesanía de bolsos y madera, tazas serigrafiadas con nombres de pueblos, bisutería, bebidas,  miel, queso, miel, morcilla, pulpo, cervezas y helados.

«Hemos llenado la plaza grande y la pequeñita con 18 expositores en total y unas buenas ventas», señaló la alcaldesa, Elisa Carretón

otras actividades. En el transcurso de la mañana, el templario gallego Pedro Valderrey impuso una capa y con la espada nombró caballeros reales a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, junto al senador Jorge Martínez y y el diputado provincial Eduardo Tejido.

Igualmente, tras el desfile medieval con más de 300 vecinos y sus ropajes acompañados de dulzaineros, la explicación de la lucha corrió a cargo de tres personas especializadas de una empresa que «cuentan un poco las ropas que llevan y las técnicas de lucha que se realizan», indicó la alcaldesa. La jornada se cerró con unos 600 participantes, cifra que coincide con los comensales de la cena medieval que cierra la jornada.