Marta Crespo estuvo en los estudios de La 8 Palencia, en La Jornada, para comentar cómo fue su participación en el pasado Campeonato de Europa de blancos a brazo y todas las peculiaridades que presenta este deporte.
Marta se inició en este deporte "haciendo tiro al plato, que da muchos reflejos. De hecho sigo haciéndolo. Sin embargo, me llamó la atención esta modalidad de tiro al palomo en unas vacaciones en las que estuve en Valencia, me animé y ahí sigo. La pena es que no hay instalaciones para entrenar ni en Palencia, ni en Castilla y León. Así que fue a Valencia sin otra pretensión que divertirme".
Curiosamente, tres veces ha tomado parte en una competición así y en todas ellas ha logrado el triunfo. Cheste le da suerte. "En Valencia hay mucha afición. Cuando gané y me presentaron, dijeron que era de Palencia, pero con P. En el Europeo había más de trescientos participantes de varios países, principalmente de Portugal, Italia y España".
Una peculiaridad de esta modalidad de tiro es que el que suelta las palomas lo hace con la intención de no acertar el tirador. "No es como en el tiro de pichón que salen de una caja. Los que las lanzan también compiten. Mientras más fallemos, más puntos para ellos. Mi competición constaba de doce palomos en dos tandas de seis. Yo abatí once, porque en el primero me falló la escopeta. Quedaron cinco hombres por delante de mí, pero luego en el desempate participábamos por categorías, masculina, femenina y junior. Eran otros cinco y luego, tras empatar, al primero que falle, como los penaltis en el fútbol".
Al tratarse de un deporte totalmente amateur, Marta tiene que correr con los gastos. "Y no son pocos. Todo corre de nuestra cuenta. Tengo un nuevo patrocinador, Cartuchos Río, que me ha pagado toda la equipación, pero si viene alguno más, encantada. Mi deseo es participar en el próximo Campeonato del mundo, me hace mucha ilusión, pero cuesta mucho dinero. Me han comentado que la Diputación tiene unas becas. Habrá que pedirlas".