El Ejército de Israel ha llevado a cabo este miércoles "una nueva oleada de ataques" contra "objetivos terroristas" del partido-milicia chií Hezbolá en territorio de Líbano, en el marco de una campaña de ataques aéreos recrudecida desde la jornada del lunes que deja hasta la fecha más de 550 muertos y 1.800 heridos, según las autoridades libanesas.
Así, ha recalcado que sus aviones de combate "completaron otra oleada de ataques durante la noche contra objetivos terroristas de Hezbolá en todo el territorio de Líbano" y ha manifestado que entre los objetivos figuran "edificios militares", "decenas de almacenes de armas" y "lanzaderas de precisión", entre otros.
"Tras los ataques contra los almacenes de munición se detectaron explosiones secundarias, lo que indica la presencia de muchas municiones en su interior", ha apuntado a través de un comunicado en el que afirma que también ha bombardeado una "lanzadera" desde la que el grupo ha lanzado en las últimas horas un proyectil contra el norte de Israel.
Por su parte, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichai Adrai, ha indicado a través de un mensaje en su cuenta en la red social X que los libaneses que han abandonado sus hogares tras los avisos de Israel no deben volver a sus hogares "hasta nuevo aviso".
"A todos los residentes de aldeas libanesas que evacuaron sus hogares por su seguridad debido a la presencia de armas o elementos del grupo terrorista Hezbolá. Continúan las incursiones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Por su seguridad, no regresen a sus hogares hasta nuevo aviso", ha recalcado.
Las hostilidades en la región estallaron después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados 'Inundación de Al Aqsa' por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel --que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen-- en respuesta a su ofensiva contra Gaza.