Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Chantajes

16/01/2024

Las peticiones (o lo que sean) de Junts cada vez que el Gobierno central necesita sus votos son auténticos chantajes, si es que queremos llamar a las cosas por su nombre. Nada de negociaciones, acercamientos, no, chantajes, pistolas dialécticas al pecho, amenazas. Y después de los supuestos acuerdos (ya veremos si, en la práctica, se traducen en algo), el relato. O sea, quién lo cuenta, cómo lo cuenta, si exagera o no, si dice solo lo que sus adictos quieren oír, en fin, que no hay manera de saber con exactitud lo que se esconde tras las palabras de tirios y troyanos. En este aspecto, hay que reconocer que ganan por goleada los de Puigdemont. Lanzan la piedra los primeros y obligan al PSOE y a la Moncloa a andar matizando, o desmintiendo, a todas horas. Tal está sucediendo, por ejemplo, con el asunto de «obligar», «favorecer», «recomendar» a las empresas que se fueron de Cataluña cuando las barbaridades del 2017 a regresar a tierras catalanas. ¿Cómo se las puede «obligar» (en realidad, petición última de Junts) si huyeron asustadas cuando el dios Puigdemont y su Generalitat se pusieron el mundo por montera y proclamaron la independencia unilateralmente? Creo que no hay manera constitucional, ni de sentido común para hacerlo sin caer en la insensatez. Y así lo entienden muchos expertos, los sindicatos y la influyente patronal catalana Foment del Treball. Incluso, algunas personas y entidades consideran que el retorno obligado sería contraproducente y dañino para las entidades que decidieran volver a Cataluña ya sea por intereses, por miedo o por el qué dirán. La polémica nos ha permitido saber que 138 sociedades catalanas se establecieron en Castilla y León cuando el conflicto del 2017. La Junta, Carriedo dixit, asegura que defenderá que estas empresas sigan aquí. Faltaría más. A ver si aplica el mismo celo para evitar la fuga constante de empresas castellano-leonesas a Madrid. Pero ese es otro cantar, que bien merece un capítulo aparte. Por ahora, con tratar de evitar los permanentes chantajes surrealistas y desproporcionados de Junts ya tenemos bastante. ¿Cuál será el próximo?