Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Una letra

09/11/2024

Sí, sólo una letra, pero mayúscula, es lo que nos diferencia  de  un tema tan catastrófico. Cuando  el Rey de las alturas, por entretenerse y pasar el rato, se aposentó en el nubarrón más espeso de todo su Reino, no supo si tirar por Palencia, o por Valencia, y ....bueno, pues pensó .--Estos castellanejos que se conformen con su fuente de San Juan, de Baños, y además dentro de poco tiempo les voy a saturar de heladas tremendas y de frío intenso, así que ...... me voy pa Valencia.------ Y así ha sido, y no digo que menos mal, porque el mal, no ha sido ni sigue siendo menos. Aquello es terrible, espeluznante, y tiene un cariz como para poner los pelos de punta  a todos los calvos, y hasta al mismísimo demonio. Luego llega el asunto de arrimar el hombro. Esto es muy relativo, porque.... La admirable persona solidaria, altruista y que se presta a ayudar, supongo que durante su estancia en el lugar de los hechos, de vez en cuando necesitará un asiento, -y están reducidos a mínimos -dormirá algún rato, -y escasean las camas - comerá al menos un trozo de pan, - aquella gente pasa hambre -. En fin, que existen buenas intenciones, con los consabidos inconvenientes. Pero sí, la crudísima realidad está en aquellos montones de coches hechos papilla, mezclados con muebles, colchones, ropa, libros,  todo amontonado mientras  nuestros maravillosos solidarios escarban, barren,  retiran,   ...y de lo que no cabe duda, es de que todos tenemos una coraza sobre corazones tan grandes como castillos, porque....¡hasta se ha conseguido salvar vidas lanzando sábanas desde terrazas, a las que  aferrándose los del suelo, y tirando de ellas los de casi el Cielo, han logrado que sigan vivos, no precisamente  coleando, pero vivos. -Todo ello está mereciendo premios, condecoraciones, alabanzas, y muchísimo agradecimiento. 
    ¿Rezar?, bueno, pues rezaremos todos los españoles, y que se sume el mundo entero porque el tema no es para menos.. En mí, el  asunto ha repercutido de tal manera, que todo lo veo desastroso, estoy seria, muy tristona, hasta el punto de que ayer, en la pescadería, después de coger mi numerito, y esperar mi turno, me ocurrió lo siguiente : - Carmina, ya te toca, ¿ qué te pongo ? -- Y yo ---- Pues....cualquier cosa.  Dame ese chicharro. ---- ¿ Te lo limpio ? ------ Si, porque está lleno de barro. ------ ------  ¡¡ ¿ Que e e e e e  e  e e  ? !!   

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