«El actor aficionado puede echar más horas que el profesional»

Pablo Torres
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La segunda jornada del ciclo La comedia del teatro palentino lleva hoy a las tablas del Teatro Ortega la obra 'Sin faldas y a lo loco', representada por la escuela de teatro de la Universidad Popular de Palencia. Lo hará a partir de las 20,30 horas

Concha Santiago - Foto: DP

Varios monólogos se aglutinan en Sin faldas y a lo loco, el trabajo que lleva hoy a escena la escuela de teatro de la Universidad Popular de Palencia (UPP), la cual celebra en el presente ejercicio sus 35 años. 

Concha Santiago, profesora de la escuela y directora de la compañía Lapsus Teatro, dirige este espectáculo enmarcado en el ciclo La comedia del teatro palentino, destinado a reírse de las circunstancias que envuelven el día a día.

¿Qué importancia le atribuye a este tipo de ciclos para potenciar el trabajo local?
Les pongo un sobresaliente a los Margareto. Lo que no está haciendo el Ayuntamiento, lo está haciendo una empresa privada.

Esto nos da la posibilidad de aunarnos y actuar para la gente de la provincia.

¿Echa en falta el apoyo de las administraciones locales?
Como directora de la compañía Lapsus y profesora de la escuela de teatro de la UPP pienso que no estaría de más intentar reunir a todas las compañías y darles una posibilidad que antes sí tenían.

Actualmente, esa oportunidad nos la está dando la empresa privada, que además pone a disposición del público entradas muy económicas. Eso incluso nos da un pequeño caché. Más no podemos pedir, pues si quisiéramos actuar en el Teatro Principal deberíamos pagar. 

Más allá de la experiencia, esta iniciativa es un altavoz para las compañías de la provincia
Tenemos la posibilidad de mostrar a a Palencia y a todos los que vengan de fuera el trabajo que estamos haciendo, que es muy bueno.

En Lapsus Teatro, aunque no estemos trabajando actualmente como compañía, somos de los osados que pagamos por estrenar una obra. Hay muchas compañías que no se pueden permitir a contratar el espacio del Teatro Principal y, por tanto, no pueden actuar en la capital. 

¿Cómo son las sinergias entre las compañías?
Hay buen rollo entre nosotros. Intentamos hacerlo lo mejor posible y hay cabida para todos, más todavía siendo teatro aficionado. 
Las compañías están haciendo una inversión para devolvérsela a la gente culturalmente. Por eso, reunirnos es una oportunidad muy grande, pues podemos ofrecer nuestro trabajo, tan respetado como respetable.

Es importante aclarar que el teatro aficionado es también teatro de calidad
Para ser profesional, primero tienes que ser aficionado. 

Hay dos diferencias entre ambos tipos: que te has formado teatralmente y vives de ello; o que no te has formado, pero te ha contratado una compañía y pasas a cobrar como actor. ¿Cuál es la diferencia entonces? Que el profesional, con suerte, puede llegar a vivir de esto; y el que es aficionado, que puede echar las mismas o incluso más horas, lo hace por amor al arte. 

¿Cree que ese estigma está expandido entre el público?
Es todo muy relativo. Hay gente profesional que es pésima y está ganando un caché vergonzoso y aficionados que te hacen preguntarte si realmente lo son por el nivel que tienen. 

Un teatro aficionado te puede costar unos 1.000 euros siendo gente preparada; y uno profesional, por menos de 6.000, no viene. Lo que ocurre con las compañías profesionales, sobre todo después del covid, es que se vieron amenazadas por las aficionadas. 

¿Cómo invitaría a los espectadores a ver Sin faldas y a lo loco?
Que vengan con ganas de divertirse, pero no solo a nuestra función, sino a todas. Eso les permite enriquecerse con las diferentes direcciones, obras y actores. 

Este ciclo sufrió un parón tras la pandemia de la covid-19. Ahora, en su regreso, lo hace representando trabajos exclusivamente cómicos. ¿Están contentos con el cambio?
¿Que este año tenemos comedia y podemos participar? Genial. ¿El año que viene hacemos un drama y no podemos? No pasa nada, lo harán otros.

No siempre vamos a poder actuar. Lo importante es que quede la puerta abierta para que cualquier compañía tenga la posibilidad de hacerlo.