Cisneros hizo un guiño ayer en su IX Feria de la Tradición al viejo oficio panadero y a los cinco obradores que llegaron a funcionar en la localidad, al tiempo que alertó sobre las profesiones en peligro de extinción. Un mercado «ya institucionalizado» en el calendario con el que «se visibiliza el trabajo de los artesanos de la tierra», señaló la alcaldesa, Rosa Aldea.

Hasta allí se acercaron 27 expositores llegados desde diferentes rincones de la geografía castellana y leonesa, con gran protagonismo palentino. Sin embargo, este fue solo uno de los muchos atractivos del evento, en el que hubo tiempo también para talleres, exposiciones, conferencias, baile y música.

Todos estos alicientes hicieron que cientos de palentinos se desplazaran hasta este rincón de Tierra de Campos. Y es que, como sostuvo la regidora, «los clientes pueden adquirir aquí artículos muy difíciles de encontrar en el circuito comercial». De ahí que quienes la visitan una vez, repiten en ediciones posteriores. «Se ha consolidado como un referente del sector», concluyó Aldea.