Portugal se despidió el pasado viernes de la Eurocopa 2024 en los penaltis, con el tercer lanzamiento fallado por Joao Félix, frustrado, cabizbajo, cuando su tiro se estrelló en el poste, después definitivo para la derrota, entre las lágrimas de Pepe, abrazado y consolado por Cristiano Ronaldo, en su última fase final con el equipo nacional.
El atacante del Atlético colocó el balón, se situó a la izquierda de la pelota, para tomar carrera, se paró y golpeó. Su tiro, sin embargo, se fue contra la madera, cuando era inalcanzable para Mike Maignan. Se lamentó, agachó la cabeza, se puso las manos en la cara y se marchó hacia el centro del campo, consciente de que podía ser el final para su selección.
Entonces, los penaltis iban 2-3 a favor de Francia. No había fallado nadie hasta que lo hizo él. El luso, suplente por cuarta vez en cinco encuentros en esta Eurocopa, había entrado al terreno en sustitución de Rafa Leao para la segunda parte de la prórroga.
Pero nadie erró después tampoco: ni Bradley Barcola, ni Nuno Mendes, ni Theo Hernández, que culminó la derrota de Portugal. Esta vez, su héroe de octavos, Diogo Costa, no atrapó ninguno de los lanzamientos galos.
Confirmada la eliminación, también está ratificada la despedida de Ronaldo de la Eurocopa... Y la de Pepe, que, a sus 41 años, disputó su última fase final.
El Mundial 2026 queda lejos. Su decisión ahora debe ser si sigue o no al servicio del equipo nacional, con el que suma 141 partidos, mientras también resuelve su futuro a nivel de clubes, una vez acabado el pasado 30 de junio su contrato con el Oporto.