«Aunque tenemos todo digitalizado gastamos más papel»

Julia Rodríguez
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El presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Castilla y León, Miguel Ángel Alonso, se presentó hace seis años a las primeras elecciones del colegio porque no estaba conforme ni con el devenir ni con la continuidad de la profesión

«Aunque tenemos todo digitalizado gastamos más papel» - Foto: Óscar Navarro

Con motivo de la festividad de San Cayetano,  patrón de los gestores administrativos, celebrada ayer, el presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Castilla y León, Miguel Ángel Alonso de Paz,  nos explica su llegada al cargo y un poco más sobre el día a día de esta profesión. 

¿Qué le motivó a dedicarse a la gestión administrativa?

Mi motivación para dedicarme a la gestión administrativa tiene raíces familiares profundas. Soy la tercera generación de gestores administrativos; mi tío comenzó esta tradición, luego mi padre continuó y, finalmente, aquí estoy yo. Desde muy joven, tuve la oportunidad de involucrarme en el despacho familiar. Empecé a trabajar con mi padre a los diecisiete años, y esos años fueron cruciales para entender el negocio y aprender todos los matices de la profesión. Cuando mi padre se jubiló en 1998 sentí que estaba preparado para asumir la responsabilidad y tomar las riendas del despacho.

¿Cómo ha sido su trayectoria hasta llegar a la presidencia del Colegio?

Antes compaginaba mi ejercicio profesional con la Abogacía. Soy abogado ejerciente del Colegio de Oviedo. He estado durante veintiún años como empleado de mi padre y llevo veintiséis en esta profesión como gestor administrativo.

Mi llegada a la presidencia no fue algo que buscara de inmediato. Hace seis años, el entonces presidente del Colegio, Miguel Ángel Pertejo, convocó por primera vez unas elecciones y como no estaba conforme con el devenir ni con el continuismo de la profesión decidí dar un paso al frente. En ese momento me di cuenta de que el colegio estaba estancado, sin una dirección clara y sin la representación que los colegiados merecían. Así que empecé a visitar personalmente a todos los colegiados de las siete provincias (con excepción de Ávila y Segovia) para entender sus preocupaciones y presentarles un programa de gobierno que realmente respondiera a sus necesidades. La respuesta fue muy positiva, y al llegar el día de las elecciones, obtuve la mayoría absoluta. Creo que los colegiados se sintieron convencidos por mi compromiso de darle un giro significativo al Colegio y la ilusión que realmente le puse, y eso me animó a seguir adelante.

¿Cómo enfrentó el cargo?

Asumí el cargo con mucha ilusión, porque una de las cosas más significativas que saqué de mis visitas a los gestores en las siete provincias fue el apoyo y la confianza que me brindaron. Cuando me presenté a ellos, sentí un gran agradecimiento por su parte, ellos confiaron en mí y eso es de agradecer. Por los números que manejábamos, sabía que tenía una ventaja clara, con alrededor de 130 votos de 160 posibles. A menos que ocurriera un cambio drástico, como un escenario completamente inesperado, mi victoria era casi un hecho. Fue algo histórico, ya que nunca antes se habían celebrado elecciones en el Colegio. 

Sin embargo, junto a esa ilusión, también llegó un fuerte compromiso. Lo que se plantea en el programa debe cumplirse, y eso no se puede lograr solo. Me he rodeado de un gran equipo en la junta de gobierno, con compañeros y delegados que, aunque son designados y no electos, han sido fundamentales para el éxito de la entidad. No me considero un presidente que actúe de manera autoritaria; soy un presidente dialogante. Esto es clave, porque si cometemos un error, todos lo hacemos, no solo yo. La responsabilidad debe ser compartida. 

¿Qué papel juegan sus compañeros en la toma de decisiones?

Es crucial que todos participemos en el proceso de toma de decisiones. Aunque yo proponga ideas, son los dieciocho miembros de la junta de gobierno quienes aportan diferentes perspectivas. A menudo, me hacen ver que tal vez un camino no es el adecuado y que deberíamos explorar otras opciones. Esto no es un liderazgo unipersonal; todos opina  deciden y votan. El éxito es un esfuerzo colectivo y es fundamental reconocer el trabajo de cada uno.

¿Cuáles son sus funciones como presidente del Colegio?

Mi principal responsabilidad es asegurar que todas las delegaciones funcionen correctamente. Esto incluye supervisar los servicios de tráfico y del catastro, y asegurarme de que el Colegio esté al tanto de las disposiciones más relevantes a través de circulares diarias. Además, me preocupa mucho la formación continua de nuestros colegiados. El año pasado, por ejemplo, organizamos 54 cursos de formación, tanto online como presenciales, que abordan temas como el IRPF, sociedades e IVA, así como novedades en la gestión tributaria.

 En total, tenemos 335 colegiados. De ellos, 235 son gestores administrativos en activo, mientras que el resto son no ejercientes. Es importante destacar que no diferenciamos entre colegiados, todos forman parte del mismo colectivo y se benefician de las iniciativas del Colegio.

¿Cuáles fueron los cambios más destacados que implementó durante su presidencia?

Uno de los cambios más importantes fue la apertura de delegaciones en cada una de las siete provincias. Antes de eso, el Colegio no tenía una representación efectiva fuera de la sede central, lo que dificultaba mucho la atención a los gestores que necesitaban apoyo en sus respectivas localidades. Ahora, cada provincia tiene su propia delegación, lo que nos ha permitido atender mejor las demandas y preocupaciones de los colegiados. Esto fue especialmente crucial para que los gestores de lugares como León o Palencia pudieran acceder a servicios y asesoramiento sin tener que desplazarse a la sede central. 

Además, hemos pasado de contar con cinco empleados a veintiún trabajadores en total, lo que refleja un crecimiento significativo en nuestra capacidad para servir al Colegio. 

¿Cómo ha impactado esto en los servicios que ofrecen a los gestores administrativos?

La apertura de delegaciones ha tenido un impacto directo y positivo en la calidad de los servicios que ofrecemos. Antes, los trámites relacionados con la Dirección General de Tráfico (DGT) tenían que ser enviados a la sede central, lo que alargaba los tiempos de espera y generaba frustración. Ahora, gracias a la encomienda de gestión de tráfico, podemos realizar transferencias y matriculaciones en el mismo día desde nuestras delegaciones. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también facilita que nuestros colegiados brinden un mejor servicio a sus clientes. 

En resumen, hemos duplicado el personal y, gracias a esta nueva estructura, hemos logrado doblar también el presupuesto del Colegio, permitiéndonos invertir más en tecnología y en la formación de nuestros empleados.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta como gestor?

La verdad es que nuestra profesión tiene sus desafíos. A menudo, nos encontramos lidiando con las peores situaciones, ya sea con las complicaciones de la administración o con clientes que están en crisis. Los honorarios que manejamos son, en general, bastante bajos en comparación con otros profesionales. Esto afecta directamente nuestra capacidad para ofrecer servicios de calidad y para mantener la sostenibilidad de nuestros despachos. En una región donde los recursos son escasos y la población está disminuyendo, resulta difícil mantener un nivel adecuado de honorarios. Esto se traduce en una presión constante para brindar servicios a precios bajos, lo que no siempre es viable. 

Sin embargo, seguimos trabajando con dedicación, porque creemos en la importancia de nuestra labor y en el valor que aportamos a la comunidad. Lo que hacemos es fundamental, y aunque a veces sea difícil, estamos aquí para ayudar a nuestros clientes.

¿Qué es lo que más disfruta de su profesión?

 Lo que más me gusta de mi profesión es la diversidad de tareas que realizamos. En nuestro campo, los gestores administrativos somos despachos multidisciplinarios. Esto significa que podemos ofrecer un servicio integral que abarca desde asesoría fiscal y contable hasta aspectos laborales y jurídicos. Cuando un cliente llega a nuestra oficina, no solo está buscando ayuda en un área específica; nosotros podemos atender sus necesidades de manera holística. También tenemos la capacidad de actuar como mediadores en conflictos, lo que nos permite ayudar a las personas a resolver sus problemas sin tener que recurrir a un juicio. Esta variedad nos permite adaptarnos a las necesidades de autónomos, pequeñas y medianas empresas, e incluso a particulares, brindando un servicio completo a nuestros clientes.

¿Qué requisitos deben cumplir los estudiantes para convertirse en gestores administrativos?

Para acceder a la profesión, se requiere una licenciatura en Derecho, Económicas o Empresariales. Posteriormente, los aspirantes deben superar unas pruebas de actitud que convoca el Ministerio de Administraciones Públicas. Desde hace ocho años, también hemos establecido un Máster en Gestión Administrativa en la Universidad Pública de Salamanca, lo que facilita a aquellos con un nivel educativo equivalente a diplomatura acceder a nuestra profesión. Este máster ofrece formación semipresencial y tiene una duración de un año, y al finalizar, los alumnos pueden colegiarse, lo que abre un camino profesional muy interesante en nuestra área.

¿Cuáles son los intereses que mueven al Colegio?

A diferencia de una sociedad mercantil, nuestro enfoque no está en obtener beneficios económicos. Nuestro interés principal es que los colegiados se beneficien de los recursos y la formación que ofrecemos, lo que a su vez les permite crecer profesionalmente. No percibimos un sueldo fijo; solo recibimos dietas por asistir a plenos, lo que implica que dedicamos mucho de nuestro tiempo y esfuerzo a esta labor, a menudo sin compensación económica.

¿Cómo es la relación con las administraciones públicas?

Buscamos mantener un diálogo constante con las administraciones, ya sea a nivel central o autonómico. En ocasiones, nos encontramos con deficiencias en la gestión pública, y nuestro objetivo es señalar dónde se pueden mejorar los procedimientos. A menudo, necesitamos presentar propuestas bien estructuradas para que los funcionarios puedan entender y aceptar nuestras sugerencias. La burocracia puede ser un gran obstáculo, y a veces pasamos mucho tiempo esperando respuestas. La administración pública española no ha gozado históricamente de muy buena reputación. Esto se ha debido, en parte, a las prácticas de algunos de sus miembros y a una serie de defectos en su funcionamiento y organización. Mientras la administración pública no esté dirigida por verdaderos gobernantes o  gerentes, honrados y que sepan lo que es gestionar para los ciudadanos, no se resolverá el problema. 

Se debe mejorar la eficiencia de los servicios y procesos de gestión administrativa mediante el uso de tecnologías de automatización que reduzcan los tiempos de tramitación, con el consiguiente ahorro de los costes. Además, necesita una profunda transformación, para hacerla más integra, más ágil y efectiva, que rinda cuentas y que esté centrada en el ciudadano. 

¿Cuál es la historia de los Gestores Administrativos y del Colegio de Castilla y León?

Nuestra profesión se remonta a más de cinco siglos de historia, con su primigenio papel que se les reconocía en la corte, a los solicitadores de negocios ajenos. En el siglo XVIII, se crea el primer colegio de Agentes de Negocios y la denominación como se nos conoce como tal, proviene del Decreto constituido el 31 de mayo de 1935 que llegó a abarcas de las cuatro provincias gallegas, Asturias, Cantabria, el País Vasco y las provincias de Castilla y León, con excepción de Ávila y Segovia. 

En nuestro colegio, con la sede ubicada en Valladolid y, desde que salí elegido, en las únicas elecciones que se han convocado, en cada una de las provincias que pertenecen a este colegio, seis, existe una delegación, para atender a los gestores administrativos de su demarcación. Existen 22 colegios de gestores administrativos en España, aglutinados por el Consejo General, que es el órgano más representativo y el máximo representante de la profesión en el ámbito estatal e internacional. 

¿Cómo se encuentra el Colegio respecto la digitalización?

Estamos bastante avanzados en digitalización. Todo nuestro sistema es digital, y trabajamos con plataformas que permiten la gestión documental. Sin embargo, a pesar de que tenemos todo digitalizado, a veces gastamos más papel porque, al interactuar con la Administración, requerimos que ciertos documentos sean presentados en papel. Esto es un reflejo de la falta de medios en la administración pública.

La pandemia aceleró todo ese proceso hacia la digitalización, y la Agencia Tributaria se encuentyra a la cabeza de este proceso irreversible, obligando cada vez más a relacionarse con ella y presentar las declaraciones tributarias por medios telemáticos. Pero no es la única Administración que se digitalizaba, ya que las diferentes Administraciones del Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos cada vez están más digitalizados. 

En este sentido, los gestores administrativos estamos ya acostrumbrados a relacionarnos de esta manera con estas administraciones. Prueba de que los Gestores Administrativos estamos a la vanguardia de las nuevas tecnologías, es el reconocimiento que recibimos por la revista Forbes, donde aparecemos entre las 25 organizaciones más influyentes de España. 

¿Cómo se ha implementado la Inteligencia Artificial en los despachos de gestores administrativos?

La Inteligencia Artifical en las gestorías administrativas podemos decir que en poco tiempo ayudará a automativar gran parte de las actividades tediosas, rutinarias y repetitivas que se llevan a cabo en su día a día, con una mejora de la eficiencia y reducción de costes y, así los gestores podemos centrarnos en un asesoramiento más estratégico y de mayor valor para nuestra clientela. 

En los despachos, al ser multidisciplinares, asesoría laboral, fiscal contable o jurídica, nuestros clientes, además de los particulares, nos centramos en los autónomos, pequeñas, medianas y grandes empresas, por ello es muy susceptible de aplicar técnicas de inteligencia de datos, ya que hay mucha información disponible: contratos, formularios, resoluciones judiciales, entre otros muchos. Estas tecnologías como la Inteligencia Artificial y de Datos tienen mucho que ver con la transformación digital en los despachos de los gestores administrativos. En un futuro no muy lejano, aparecerán nuevos puestos de trabajo. El mercado laboral y el sistema educativo se transformarán con nuevos desafíos que tendremos que afrontar con sociedad. La Inteligencia Artificial no va a hacer desaparecer empleos como muchos temen, pero sí que va a transformar a la sociedad y crear nuevos puestos de trabajo, lo que obligará a reinventarse a muchas profesiones, y es aquí donde se tienen que involucrar los departamentos de recursos humanos. 

Las empresas basadas en el conocimiento, como es el despacho de una gestoría administrativa, tienen en la IAy el aprendizaje automático en un gran aliado que actúa como catalizador para hacer cosas distintas o dedicar su tiempo a realizar tareas más productivas. 

¿Qué visión tiene para el futuro de la profesión?

Nuestro objetivo es seguir modernizando la profesión y atraer a nuevos talentos. Queremos que los jóvenes entiendan que, aunque la carrera puede ser exigente, también ofrece satisfacción y oportunidades de crecimiento. Estamos comprometidos a mejorar la calidad de vida de nuestros colegiados y seguir fomentando la formación y la colaboración con las administraciones. 

Aunque el futuro del Colegio de Castilla y León es preocupante. La verdad es que en nuestra región necesitamos más profesionales capaces, porque la administración está llena de personas que no lo saben gestionar bien. Muchos que están al mando no tienen la experiencia necesaria, y eso repercute en la calidad de los servicios. Por ello, es  fundamental, que tomemos en serio la profesionalidad en la gestión. Necesitamos cambiar la forma en que se toman decisiones, priorizando el conocimiento y la experiencia, no solo la política. De lo contrario, seguiremos estancados.