Las lluvias de la pasada Semana Santa impidieron la salida de muchas de las procesiones previstas y estropearon un poco las vacaciones a los cientos de turistas que visitaron nuestra Comunidad, pero han permitido que sectores como el agrícola afronten la recién estrenada campaña de riego con muy buenas perspectivas si se compara con el pesimismo de los últimos años. Actualmente, la situación de la cuenca del Duero –de la que se abastece prácticamente toda la región y que riega la mayor parte de los cultivos– es «muy favorable», como confirmaron desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), con los embalses gestionados por ellos al 87,1 por ciento de su capacidad a fecha 8 de abril, casi diez puntos por encima que hace un año y seis de la media de la última década.
Un mes de marzo «excepcionalmente bueno» en lo que se refiere a precipitaciones, ha permitido que la campaña de riego de 2024 esté garantizada de manera general. Y es que solo en siete días –del 30 de marzo al 5 de abril– entraron en los embalses gestionados por la CHD más de cien hectómetros cúbicos. Las lluvias y la nieve de la Semana Santa han supuesto una mejoría importante en sistemas de la cuenca como el Esla y el Pisuerga, que eran los dos con una recuperación de sus niveles «más rezagada», como detallaron fuentes de la Confederación.
De esta forma, la campaña de riego que comenzó el pasado 1 de abril se ha iniciado en algunos sistemas como el Tormes, el Órbigo o el Alto Duero con una situación «muy favorable», mientras que en otros como el Tuerto, el Carrión o el Pisuerga-Bajo Duero, las condiciones son «más ajustadas», aunque «sus expectativas pueden verse mejoradas con una primavera climatológicamente favorable». En concreto, todos los sistemas de explotación se encuentran en una situación mejor a la media de los últimos diez años, siendo el sistema Pisuerga el único que no lo hace. Sin embargo, sus embalses en conjunto se sitúan al 67 por ciento, quedándose a unos 20 hectómetros cúbicos de alcanzar los valores medios.
Mejores cinco años.
Sin duda, esta campaña de riego será de las más favorables de los últimos años, aunque es diferente en función de cada sistema. Desde la CHD destacaron que, a fecha 31 de marzo, se pueden destacar varios sistemas que están con sus niveles de reservas entre los mejores cinco años de los últimos 30: Águeda, Tormes, Adaja y Arlanzón.
De momento, durante el mes de marzo se celebraron las juntas de explotación en las que se analizaron el estado de las reservas de los embalses de cada sistema y se adoptó una propuesta de volumen mínimo de embalse a conservar al final de la campaña, como detallaron desde la Confederación. A partir de ese valor se han estimado las dotaciones orientativas máximas de agua para cada uno de ellos en función de la disponibilidad de agua. Dichas propuestas se elevarán a la Comisión de Desembalse, que está previsto que se celebre esta semana. Y posteriormente, durante este mes de abril, se convocarán nuevas sesiones de las juntas de explotación de los sistemas Carrión y Pisuerga-Bajo Duero.
Liberar caudales.
Desde la Confederación Hidrográfica del Duero recordaron que algunos de los embalses alcanzaron los niveles de resguardo hace meses, mientras que otros como Tuerto, Órbigo, Carrión, Arlanzón, Alto Duero, Riaza, Adaja. Tormes y Águeda lo han hecho hace semanas, por lo que se procedió a liberar caudales de manera controlada para mantener dichos resguardos de seguridad. «En todo caso, las aportaciones de entrada a los mismos garantizan unos volúmenes favorables para el desarrollo de la campaña de riego en ellos», aseguraron las mismas fuentes de la CHD.