Recoletas Burgos Caja Rural (Aparejadores) reeditó su título de supercampeón de España conseguido el año pasado ante el mismo rival, el VRAC Quesos Entrepinares vallisoletano. En La Balastera se vivió un partido épico por momentos, como reconoció el técnico burgalés, José Basso, que se fue a los 100 minutos tras forzar el cuadro de Diego Merino la prórroga en el último instante.
A la organización y al Palencia Rugby Club, y hay que destacarlo porque no siempre es así, hay que ponerles un sobresaliente. Palencia vivió una jornada apasionante gracias al desinteresado trabajo de los voluntarios que pusieron su granito de arena para que en La Balastera se viviese una fiesta del rugby. Porque fue eso, una verdadera celebración, un día para disfrutar del deporte. Minutos antes del arranque de la Supercopa de España los aledaños del estadio se llenaban de aficionados (unas 4.500 personas presenciaron el choque en las gradas). Los gritos de ¡Quesos, quesos! de los vallisoletanos eran replicados por los cánticos de los gualdinegros: ¡Ahí está, ese es, el equipo burgalés!
Previa interpretación del himno nacional, y con las dos hinchadas dando color y sonido en el campo, comenzaba el partido. Marcel Sirvent (el mejor del encuentro) inauguraba el marcador con un golpe de castigo en el minuto seis. El joven apertura catalán volvía a castigar un error vallisoletano para colocar el 0-6. Poco después, Arnau Andrés lograba el primer ensayo del encuentro y ajustaba el marcador (5-6). Pero Sirvent seguía a lo suyo y con un nuevo tiro a palos hacía el 5-9. Taibo replicaba en el otro lado para el 8-9. La primera parte terminó con un golpe de castigo para Taibo, que ponía por delante al VRAC (11-9).
El Aparejadores defiende su corona de supercampeón de España - Foto: Juan MelladoCon el comienzo de la segunda parte llegaba el mejor momento del Aparejadores. Sirvent firmaba el segundo ensayo del choque y transformaba (11-16). Después, tres golpes de castigo consecutivos para el apertura gualdinegro (11-25). Estos 14 puntos de renta de los burgaleses se empezaron a venir abajo gracias al empuje del VRAC. Marc Sánchez ensayaba, Taibo convertía y los pucelanos estaban más cerca (18-25). Martiniano Cian volvía a ensayar y Taibo transformaba, colocando el empate a 25. A dos minutos para el final, golpe de castigo dentro de Iñaki Mateu, que parecía darle el título al Aparejadores (25-28). Pero en un añadido interminable llegaba el empate de Taibo (28-28).
Poco o nada pasó en los primeros diez minutos de la prórroga. Todo para el final. Tiro a palos dentro de Mateu, ensayo de Rascón, transformación de Mateu y Burgos supercampeón (28-38).