Los diez lugares de Asier Duque: Por campos palentinos
PASIONES: Explica que le gusta el fútbol en todas sus vertientes (jugó en el Ave María,San Juanillo y Paredes, y ahora forma parte del Villada y arbitra), así como los videojuegos, recorrer rutas de montaña, escuchar música y la lectura.
TRAYECTORIA: Estudió en el Jorge Manrique de Palencia y elDonBosco de Villamuriel de Cerrato y actualmente está terminando el grado de Educación Primaria.
1. Parque de la Carcavilla de Palencia. «Este lugar de la capital posiblemente sea en el que más tiempo he pasado a lo largo de mi niñez. Innumerables veces he pasado tardes enteras desde las cinco hasta las once de la noche jugando al fútbol con mis amigos en este parque situado en el barrio de San Antonio».
2. Campo de La Camareta de Guardo. «Este estadio guardense fue el lugar donde jugué por primera vez un partido de fútbol federado con 6 añitos, donde metí mi primer gol al que a día de hoy es uno de mis grandes amigos, Rober, que por aquel entonces era el portero del Guardense. Además, actualmente, gracias al arbitraje puedo seguir yendo a disfrutar no solo de este deporte, sino también de la compañía de mis amigos del Club Deportivo Guardo».
3. Monzón de Campos. «Es el pueblo de mis abuelos maternos. Desde que era pequeño pasé allí muchas tardes visitando a la familia. A medida que fui creciendo aprendí a montar en bicicleta, recorriéndome el pueblo de arriba a abajo, desde el castillo al barrio de la Azucarera, pasando, cómo no, por el campo de fútbol y otros lugares de interés, como el colegio o la iglesia».
4. Cascada de Mazobre. «Fue la primera ruta que hice por la zona norte de la provincia y la recuerdo por el buen momento que pasé con mi grupo de amigos. Fuimos hasta la cascada y, además, pudimos observar por el camino toda la belleza de la Montaña Palentina».
5. Campo de El Parque de Herrera de Pisuerga. «Otro campo de fútbol más, aunque en este caso es por las personas que rodearon y rodean al Club Deportivo Herrera, como Victorino y Nacho, entre otros. Son personas que han hecho y hacen todo lo posible por que el fútbol siga vivo en Herrera. Las conocí por el arbitraje hace casi nueve años y desde entonces cada visita a este campo ha sido siempre un día especial».
6. Catedral. «La llaman Bella Desconocida. Desde pequeño, cuando salía con mis padres a pasear, había detalles que me sorprendían de ella, sobre todo las gárgolas del fotógrafo y de la muerte que se hallan en un lateral de la misma. Entre otros motivos veía conexiones con mi entorno, no solo porque mis padres se casaron allí, sino también porque la profesión de mi padre, que es fotógrafo, estuviera en una gárgola. También destaco su belleza del interior con partes que sobresalen como la cripta, el altar mayor o las vidrieras».
7. Villada. «Es un pueblo que conocí por el arbitraje y que terminé encariñándome con él cuando comencé a jugar en su equipo tras la pandemia de coronavirus. Ver que para el pueblo para ir al municipal por la tarde es como una religión… Por otro lado, el hecho de conocer las fiestas, como la matanza o las de San Luis Gonzaga fueron sumando. Por último, el recorrer las calles de la localidad y sentirse como alguien más de Villada cuando el único lazo existente era el fútbol es algo mágico».
8. Bar Paracaídas. «Más que un bar es un punto de reunión en el que he pasado muchos momentos con mis amigos, sobre todo después de los partidos, en los que, a base de bocadillos de panceta, chorizo, lomo, patatas bravas, celebrábamos la victoria o hacíamos que la derrota fuera un poco menos amarga. Es un lugar diferente que me descubrió mi gran amigo Donis y al cual debo de agradecerle este maravilloso descubrimiento».
9. Palenzuela. «Es el pueblo al que mis familiares paternos van a veranear, ya que son vascos. Casi todos los veranos iba con mis padres a verlos y eso conllevaba salir por el pueblo a jugar y a dar una vuelta, entre otras cosas. Era una jornada completa que siempre acababa con una buena cena en la bodega, desde la que muchas veces me sentaba a ver los coches que iban por la carretera. Eran noches que recuerdo con gran cariño dado que nos juntábamos todos y siempre».
10. Villamuriel de Cerrato. «En esta localidad estudié la EducaciónSecundaria Obligatoria y es importante porque hice amigos que aún perduran. Como se encuentra a unos pocos kilómetros de Palencia, he ido muchas veces a pasar las tardes con ellos para jugar una pachanga al fútbol o para tomar una cerveza y contarnos las últimas cosas que nos han ocurrido. Por lo tanto, Villamuriel lo destaco por el ámbito social y por lo que significó para mí durante mi adolescencia. Quiera o no me terminó marcando esta localidad».