La UE había logrado aprobar por unanimidad poner aranceles a los coches eléctricos chinos. Sin embargo, tras su viaje a China, el presidente del Gobierno decidió ir por libre y declarar que los coches eléctricos fabricados en China son de matrícula de honor y que los fabricantes europeos deberían aprender. Y, claro, desde Bruselas han puesto el grito en el cielo y han hecho saber lo enfadados y sorprendidos que están por la brecha que ha abierto en un asunto de mucha importancia para la industria europea. Cierto que el coche eléctrico está bajando sus ventas, pero es y será una apuesta clara de la UE, aunque haya habido que retrasar la entrada en vigor de la prohibición de fabricar coches de combustión. Sabe Sánchez y sabemos todos cómo fabrican en China y por qué son más baratos: los salarios, las condiciones laborales y el absoluto incumplimiento de las estrictas normas medioambientales impuestas en Europa para su fabricación.
Lo que ha hecho el presidente se produce además en un contexto, en el que él mismo se ha metido, de difícil explicación. Primero nos dijo que más transporte publico y menos Lamborghinis, después que lo mejor es el coche eléctrico chino y más tarde que ni transporte público ni coche eléctrico que hay que pasarse a la bicicleta eléctrica y encima promete dinero para comprarla. Todo bastante incoherente. El sector del automóvil es estratégico para Europa y desde luego para España. Es el que más aporta al saldo positivo de la balanza comercial, su participación en el PIB es del 10%, cerca del 18% de todas las exportaciones y da empleo a más de dos millones de trabajadores, ya que hay que contar con la excelente industria auxiliar, cuya calidad es reconocida en todo el mundo. Todas las compañías están haciendo planes de reconversión y tienen problemas para alcanzar los numeros de ventas tanto de coches eléctricos como de combustión. Por ello los 27 decidieron poner coto al coche chino con más aranceles.
Ahora, lo que hay que preguntarse es si va a hacer algo la UE, si van a decir algo los fabricantes o si Sánchez acabará cambiando de opinión. Mientras, alguien tendría que poner pie en pared, porque mientras nos confunden y pagan publicidad del transporte público, el que depende del Gobierno, éste cada vez funciona peor. También deberíamos pensar y recordar lo que ha pasado con tantas y tantas ayudas prometidas como el bono eléctrico o el Ingreso Mínimo Vital y no confiar mucho en que te subvencionarán la bici eléctrica, teniendo en cuenta además que tendrías que hacer la declaración del IRPF por poca sea la ayuda, por ser el Estado un segundo pagador. Sánchez se ha metido en un buen lío, ha dejado a la UE al pie de los caballos y ha despreciado a uno de los sectores, como hemos visto, más importantes. Como mínimo debería explicar por qué, qué hay detrás de esta maniobra.