Un vecino de la provincia ha registrado en la Gerencia de Asistencia Sanitaria un escrito en el que solicita una nueva cita con un facultativo de Rehabilitación distinto en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa) después de que el anterior supuestamente le indicara que era «muy mayor» y que su solución médica pasaba «por ir a Lourdes».
El paciente, en el escrito registrado en la Gerencia y al que ha tenido acceso Diario Palentino, refleja que tras calibrar el trato recibido por el rehabilitador, «en cuanto a las formas, es evidente que la empatía no es su fuerte. Sus palabras fueron totalmente desafortunadas. Yo no puedo valorar las decisiones de un facultativo, pero ellos son los que tienen los conocimientos y, por eso, son los profesionales, pero creo que decirme usted es muy mayor y la solución es yendo a Lourdes no es la mejor forma de dirigirse a un paciente».
Los hechos, según sostiene el reclamante, tuvieron lugar el pasado 7 de febrero cuando acudió a la consulta de Rehabilitación, un día después de haber pasado primero por la de Traumatología, donde el facultativo que le atendió, una vez valoradas las pruebas que previamente le habían realizado, le aconsejó que antes de operarse pasara primero por el rehabilitador. Según expone el paciente, a su entender, se produjo una discrepancia entre facultativos en cuanto a su caso clínico, pero en Rehabilitación recibió la susodicha frase en forma de recomendación para que fuera «a Lourdes», lo que motivó que solicitara la hoja de reclamaciones en el complejo hospitalario y expresara en la misma el trato recibido por el médico, además de que se le asignara otro.
CONTESTACIÓN DE LA GERENCIA. La Gerencia, tras recibir la queja, contestó al paciente con fecha de 14 de febrero en un escrito en el que lamentaba «que no hayamos sido capaces de explicar con la empatía suficiente los argumentos que han sustentado las decisiones asistenciales. Para el Complejo Asistencial Universitario de Palencia y todos sus trabajadores, el trato adecuado y digno hacia los pacientes es una prioridad irrenunciable en la que nos debemos esforzar».
Asimismo, la Gerencia le explica al paciente su situación clínica y le recuerda que en otras ocasiones en las que ha sido atendido en este servicio «le han enseñado todos los ejercicios que puede hacer para su columna, no solo en colchoneta sino también en el agua» y añaden que la electroterapia «no va a mejorar su patología, dado que es un proceso que no se resuelve en el Servicio de Rehabilitación».
Tras recibir esta carta de la Gerencia es cuanto el paciente en cuestión decidió presentar ante la misma Gerencia un escrito de disconformidad puesto que en ningún momento manifestó «ni directa ni indirectamente» su disconformidad por la demora en la cita de rehabilitación. «Al contrario, considero -apunta el paciente- que he sido atendido con suma diligencia (un día de diferencia entre la consulta de Traumatología y la de Rehabilitación)» y agradece las palabras de la Gerencia en cuanto a la lamentación respecto a la empatía para explicar las decisiones asistenciales, pero subraya que «cuando está de por medio la salud, la empatía tiene que tener un lugar muy preferente».
Además, explica que en junio de 2009 le intervinieron quirúrgicamente de la cadera izquierda «y fue uno o dos años después cuando me enviaron a rehabilitación, por lo que han pasado unos 14 años desde que estuve. Como pueden entender, ha pasado tiempo más que suficiente para que a mí se me hayan olvidado cuáles y cómo eran los ejercicios a realizar. Sobre hacerlo en agua, casi mejor omito el comentario al respecto; solo les digo que en mi casa no tenemos la suerte de tener una piscina. De todas formas, en la visita en Rehabilitación del 7 de febrero el facultativo en cuestión no me dijo nada de hacer ejercicio alguno. Solo me prescribió la dolencia y el comentario desafortunado que les he indicado anteriormente».