A caballo entre la gimnasia artística y el balonmano

David Correia
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Diego Aguiar destaca a sus 13 años en dos disciplinas distintas. Su sueño, «poder competir en unos Juegos Olímpicos»

A caballo entre la gimnasia artística y el balonmano - Foto: Óscar Navarro

Diego Aguiar Díez es un dos en uno. Un deportista todoterreno que en enero cumplía tan solo 13 años y ya destaca en dos disciplinas bien distintas, gimnasia artística, en la que ha brillado a nivel nacional, y balonmano, jugador, además del CD Balopal Balonmano Palencia, de la selección provincial.

La de Diego es una historia que no se puede entender si no es ligada al deporte. Y siempre, desde niño, conjugando la gimnasia con el balonmano. «Empecé a practicar ambos cuando era muy pequeño. Lo primero que hice de gimnasia era psicomotricidad en La Ensenada, que estaba mucho más adaptado a los niños. Fueron pasando los años, los entrenamientos iban siendo más específicos y a mí cada día me gustaba más. Por suerte es un deporte que se me da bien, así que nunca he tenido ningún problema para seguir avanzando. A día de hoy estoy muy a gusto practicándolo. En cuanto al balonmano, me viene de familia. Mi padre lo jugaba cuando era pequeño y decidí probarlo. Empecé, me quedé y hasta hoy, que sigo haciendo ambas cosas», comenta el joven.

La gimnasia y el balonmano son dos disciplinas totalmente diferentes. «Al final el balonmano es un deporte de equipo, el resultado no depende al cien por cien de ti, sino del desempeño global de todos los jugadores. En la gimnasia sí que estás solo y la puntuación depende de lo que tú seas capaz de hacer. Ahí nadie te ayuda ni te salva la papeleta. Requiere muchas más horas, por eso el volumen de entrenamientos es mayor. En cuanto a la dificultad, cada deporte tiene lo suyo. Pero creo que la gimnasia, por el mero hecho de ser individual, es más complicado porque cuando te toca competir depende de cómo llegues físicamente», reconoce.

A caballo entre la gimnasia artística y el balonmanoA caballo entre la gimnasia artística y el balonmano - Foto: Óscar NavarroAunque destaca en ambos deportes, es en la gimnasia en la que ha conseguido éxitos mayores. Ha sido medallista en varios campeonatos de España, siendo campeón en salto en 2019. En 2023 dio el campanazo, siendo primero de 60 chavales de toda España y cosechando cinco medallas por aparatos: subcampeón en potro con arcos, campeón en anillas, tercero en salto, segundo en paralelas y primero en barra fija. Este año, en Pamplona, siendo infantil de primer año, se proclamaba subcampeón de España, adjudicándose tres medallas. Una de sus claves, ser muy completo en los seis aparatos. «Trato de ejercitarme en dos por día. En los que más a gusto me encuentro son en la barra y en las anillas. Normalmente, además, cuando estoy cansado y no puedo entrenar con toda la normalidad suelo hacer barra, porque es donde me siento muy cómodo y creo que tengo facilidad. Eso no quiere decir que no saque adelante el resto de aparatos. El más difícil para mí es el potro con arcos, pero todo es pillarle el truco. En cuanto a las paralelas creo que es un aparato que hay que trabajarlo mucho. El suelo y el salto no me gustan demasiado, pero también los saco. Al final si quiero progresar en la gimnasia tengo que ser profesional y trabajar de una forma muy completa», explica el joven, con una madurez asombrosa.

Todo ello requiere de mucho esfuerzo y disciplina. Más teniendo en cuenta que tiene que combinar su preparación en la gimnasia con sus entrenos de balonmano. «Las semanas se hacen largas, porque tengo entrenamientos de dos deportes distintos. De lunes a sábado tengo que venir a gimnasia y los martes, jueves y viernes me toca balonmano. Los sábados suele ser el día más complicado, ya que normalmente me coincide el partido de balonmano con el entrenamiento de gimnasia. Eso hace difícil la conciliación con los estudios, pero por suerte es un tema que no me preocupa mucho ya que tengo bastante facilidad en el apartado escolar y no me quita demasiado tiempo de venir a hacer deporte», expone Diego, que en septiembre comienza segundo de la ESO.

El joven deportista palentino sabe que el día de mañana tendrá que decantarse por uno u otro deporte, pero es algo en lo que todavía no piensa. «Es un tema que sé que en el futuro voy a tener que hacer frente, pero por ahora no quiero. En este momento soy capaz de disfrutar de los dos deportes por igual y no tengo problema para acudir a todos los entrenamientos, de uno y de otro. Cuando llegue el momento tendré que elegir y será una decisión muy difícil, pero hasta que llegue ese día no le doy más vueltas porque no tiene ningún sentido dárselas», explica.

Lo que sí que tiene claro es cuál es el objetivo por el que trabaja tan duramente día a día, temporada tras temporada. «Aprovechando el momento, tengo que decir que mi principal sueño sería competir en unos Juegos Olímpicos», sentencia.

Su entrenador

Guillermo Santalices conoce a Diego desde que es un niño. En la actualidad, además de ser el vicepresidente del Club Palentino Arcos, del que forma parte Diego, es su entrenador principal, el encargado de verle progresar cada día, de corregirle todos aquellos errores que comete y de aplaudir cada ejercicio bien ejecutado que realiza. «Diego cumple con una progresión espectacular. Normalmente los gimnastas comienzan a introducirse en este deporte con unos siete años, pero él está aquí desde los cuatro. Tiene una base muy bien aprendida y a partir de ahí ha sabido ir mejorando», expresa. 

Como no podía ser de otra forma, prevé éxitos en el futuro para Diego. «Es un chico con muchas condiciones físicas y mentales. Le auguro un futuro prometedor, aunque tenemos que contar con la colaboración de la Junta de Castilla y León para que nos ayude a mejorar el aparato de suelo, que todavía no está homologado a nivel internacional. Necesitamos una nueva parte dinámica del practicable para poder realizar ejercicios más difíciles, acorde a los nuevos tiempos», sentencia el entrenador palentino.