Las calles de la capital albergan un buen número de bares y restaurantes, pero pocos son tan fieles a su barrio y su clientela como el Pirámides, donde Eva María Pozo atiende siempre con una amplia sonrisa.
Desde hace 21 años, junto a su esposo, José Méndez, esta mujer lleva las riendas de un establecimientos que hasta la fecha la mantiene «contenta». De hecho, ha visto cómo los vecinos más jóvenes han formado sus propias familias lejos del establecimiento, pero regresan cada fin de semana para ver a sus mayores y tomar un refrigerio en el bar que los vio crecer.
Este bar de barrio, de los de siempre, presume de no cerrar por descanso, salvo en la época estival, cuando finaliza la temporada de fútbol. Solo entonces baja la persiana los domingos.
En la actualidad, de lunes a domingo, de 9 a 23,30 horas aproximadamente, Eva María Pozo no para ni un segundo de servir cafés, refrescos, cañas o vinos; todo lo que sus clientes le piden para disfrutar de un rato agradable con una consumición fresquita o caliente.
Lo mejor es que de13,30 a 15 horas y de las 19 hasta casi el cierre, cada bebida que los clientes pidan irá acompañada de una rica tapa. Embutidos, encurtidos o incluso platos de cuchara como las legumbres y las sopas de ajo. Pequeños bocados que elabora la hostelera cuando la afluencia del local le permite entrar en la cocina.
Además, algunos días se puede degustar la exquisita tortilla de patata. Una delicia que vuela en pocos minutos.
Un espacio polivalente. El ambiente del bar Pirámides es muy variado. Desde los más jóvenes que quieren tomar un refresco hasta los más mayores que acuden a la hora del café. Sin embargo, algunos clientes tienen en común su pasión por el deporte, en concreto por el fútbol. Por eso, el bar emite cada encuentro, sobre todos los del Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona, dos de los equipos con mayor número de seguidores.
Sin duda, lo mejor para descubrir el ambiente o disfrutar del mejor fútbol es acudir a este bar ubicado entre las calles Quito y Puerto Príncipe.