El 1 de febrero del año 2022 quedará marcado en la memoria de los leoneses para siempre por ser la primera jornada en la que se impidió el paso del tráfico rodado por la calle Carreras y la avenida de Los Cubos. El objetivo era claro: poner en marcha unas obras de peatonalización de ambas vías que permitiera el rescate, recuperación y puesta en valor de la muralla tardorromana de la ciudad de León.
De esta forma, ese día comenzaron unos trabajos "esenciales" para "recuperar nuestro legado y ponerlo en valor", tal y como asegura el alcalde de León, José Antonio Diez, consciente de que "el estado en que se encontraba la muralla en algunos tramos hacía que fuera un riesgo tanto para la población como para su conservación". "No podíamos consentir que el tráfico y la contaminación siguieran afectando a uno de nuestros monumentos más importantes y el primer objetivo era liberar de tráfico rodado todo el trazado de la muralla", incide.
Para poder llevar a cabo el proyecto de "impulso de la muralla romana y de su historia mediante la recuperación de los recorridos peatonales extramuros para mostrar el monumento a sus ciudadanos y visitantes", el Ayuntamiento de León planteó una una actuación de "acondicionamiento de los espacios libres y de peatonalización del recorrido de la calle Carreras y avenida de los Cubos" que tendría por objetivo "la puesta en valor en torno al cerramiento norte y este del recinto amurallado romano de la ciudad y el acondicionamiento del espacio libre público y los viarios colindantes por el exterior de la misma". Con ello, se conseguiría "evitar la ruina y el deterioro por contaminación" de los citados tramos y su "conocimiento histórico y romano".
Cuando León redescubrió su muralla
- Foto: Campillo ICALEstos trabajos, que cumplen con los objetivos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado León Norte, y con los objetivos del Programa 1,5% Cultural, "contribuyendo a conservar y enriquecer la muralla de León como parte del Patrimonio Histórico Español", contaron con una inversión cercana a los 1,5 millones de euros.
En concreto, la inversión necesaria fue de 1.451.640, 65 euros, financiada con fondos propios del Ayuntamiento de León, la Mancomunidad Municipal para el Saneamiento Integral de León y su Alfoz (Saleal), el 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y Fondos Feder de la Unión Europea.
José Antonio Diez, que define la recepción de fondos como "básica", reconoce que "sin las ayudas de financiación europea no se habrían podido emprender unas acciones que son esenciales para conservar el patrimonio, revalorizarlo y recuperarlo totalmente para la ciudadanía".
Trabajos arqueológicos
El recinto amurallado de la calle Carreras y de la avenida Los Cubos es el perímetro más antiguo del pasado romano de la ciudad, que se corresponde con el primitivo trazado del recinto del campamento de la Legio VII Gemina y que fue transformada entre el final del siglo XIX y comienzos del XX por el derribo de cubos para facilitar el tránsito de todo tipo de vehículos. Por ello, el primer paso antes de iniciar las obras fue llevar a cabo una intervención arqueológica de la calle Carreras que permitiera conocer mejor su historia.
Estos trabajos permitieron sacar a la luz el arranque de los tres primeros cubos de la calle Carreras en su comienzo desde el Arco de la Cárcel, lo que obligó a construir un muro a modo de banco corrido para poder dejarlos visible y cumplir con los requerimientos de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.
No obstante, las excavaciones arqueológicas concluyeron "sin aportar grandes sorpresas" y dejaron una "gran decepción" en los arqueólogos intervinientes, ya que "no pudieron concretar si la desaparecida torre romana, denominada del Torío era semicircular o cuadrada", ya que "los cimientos están destrozados por estar situados a ras del suelo y por el paso obligado de vehículos y de conductos de tuberías".
En la línea paralela a la muralla tardorromana, aparecieron "cimientos de los tendejones, carboneras y otras construcciones adosadas a la muralla" que tan solo cuentan con "valor histórico o artístico". Sin embargo, sí que se localizaron "cientos de piezas de cerámica, la mayoría de origen romano, algunas de las cuales algunas pertenecerían a la Legio VI, anterior al asentamiento del campamento romano de la Legio VII" y que serán estudiadas en los próximos meses.
Intervención
Los trabajos llevados a cabo en la calle Carreras y la avenida de los Cubos comenzaron por la demolición de los pavimentos existentes para su sustitución por un nuevo diseño peatonal, accesible y libre de obstáculos. Para ello, mantuvo el tratamiento con césped entre los cubos y se hizo crecer la banda dos metros más para "conseguir una mayor protección del monumento y una lectura continua en su tratamiento". Esta parte ajardinada está seguida de una de adoquín que permite el acceso únicamente de vehículos de residentes y emergencia, así como de una "zona estancial" con mobiliario urbano.
En el caso de la calle Carreras, el Consistorio ideó un nuevo diseño para las huellas de los cubos con un muro corrido a modo de banco que permite contemplar el arranque de los mismos, mientras que para el resto se ha recreado su forma real semicircular como testigo en el pavimento.
La superficie total del espacio a peatonalizar fue de 4.925,5 metros cuadrados, para los que también se diseñó una iluminación urbana "más acorde con el espacio, más eficiente y eficaz, con un mayor alcance, con la misma filosofía y esquema a disponer en la urbanización de la Era del Moro, para dar continuidad y un tratamiento homogéneo a todo el entorno de la muralla de León". También se aprovechó para separar de las fachadas el alumbrado en la avenida de los Cubos, donde la sección de la calle lo permite. Posteriormente, otro proyecto distinto tratará la iluminación monumental y de puesta en valor de la muralla y su tratamiento como elemento Bien de Interés Cultural.
"La nueva configuración de la calle y su tratamiento más acorde con el entorno de un BIC, como es la muralla de León, ha dado prioridad a las zonas estanciales y zonas verdes que hacen más amable el espacio a la vez que ayudan a proteger el monumento, eliminando el anterior dominio en la", resumen desde el Consistorio leonés.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, se muestra satisfecho con el resultado de unos de los grandes proyectos desde su llegada al equipo de Gobierno ya en el anterior mandato, ya que la actuación ha permitido "incorporar, con todo su valor, un elemento único en la ciudad, esencial para entender su pasado e historia y complementario de la gran oferta cultural, patrimonial y artística". Así, "aunque es muy pronto para saberlo en estadísticas", la recuperación de estos tramos de la muralla leonesa supone también una mejora al atractivo turístico de la ciudad, tal y como "trasladan los guías turísticos y los propios visitantes".
Otras actuaciones
Junto a la muralla, en la Era del Moro, el Ayuntamiento de León también llevó a cabo una actuación para "devolver a la ciudad uno de sus espacios más históricos y significativos", aunque el regidor explica que "todavía está pendiente de restauración el Molino Sidrón", el edificio del que fuera el último molino en activo en la ciudad y que se convertirá en la Casa de las Letras Leonesas y "un centro de actividad cultural".
Además, el Consistorio lleva a cabo en la zona de Carreras y Los Cubos "una actuación de adecuación urbanística para abrir la vía de penetración norte que facilite el acceso a la población a los barrios del norte de la ciudad sin el paso pegado a la muralla que antes se efectuaba".
"Es obvio que aún quedan zonas de la muralla gravemente afectadas por el tráfico y no descartamos poder efectuar actuaciones similares a Carreras y Los Cubos conforme a las condiciones técnicas y económicas", concluye.