El presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA), Juan Carlos de Margarida, señaló que el 2024 estará marcado por la "incertidumbre debido a la inflación y los altos tipos de interés", quien apuntó que las previsiones vaticinan una "reducción del paro continúe, pero de forma muy lenta", a lo que hay que sumar otros factores, como la "desaceleración económica", dijo.
"El mercado de trabajo viene arrojando un cierto optimismo desde principios del año pasado, ya que las empresas no están reduciendo sus puestos de trabajo y los salarios han aumentado". Además, consideró que "se antoja necesaria" una estrategia fiscal, tanto nacional como regional, que parece "no llegar debido al déficit excesivo y difícil de reducir debido a la aptitud del Gobierno y el inexistente control presupuestario".
En cuanto a los datos del empleo en Castilla y León, Palencia lideró la bajada del paro, seguida de Valladolid y Zamora, siendo Segovia y Burgos las que representan los perores datos. Ante esta realidad, De Margarida advirtió que, "si se comparan estos datos en términos intermensuales, la realidad no es tan halagüeña, ya que prima la temporalidad en las contrataciones y la destrucción del empleo".
Aseguró que todo ello tiene el consiguiente reflejo en las afiliaciones en la Seguridad Social, sobre todo desde después del verano, algo que "se debe, principalmente, a la alta incertidumbre y los altos costes de producción provocados por la situación sociopolítica tanto nacional como internacional", recalcó.
Respecto a las perspectivas para 2024, el presidente de ECOVA expresó que "todo apunta a que la tasa de paro seguirá ligeramente descendente, a lo que hay que sumar otros factores como la desaceleración económica o una elevada inflación que no logra disminuir acompasadamente a pesar de las medidas antiinflacionarias tomadas, y que previsiblemente no se aproximará al objetivo del dos por ciento marcado por el BCE hasta bien entrado el 2025".
Además, es necesario "estar muy atento al consumo de los hogares, que son el verdadero motor de la economía", pues una desconfianza del ciudadano en la gestión pública o una incertidumbre en la estabilidad del empleo "pararía el gasto familiar y, con ello, la actividad económica de la región en unos momentos de inestabilidad política y económica mundial que no ayudan", aseveró De Margarida.