La caída en picado de De Jong

SPC
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El neerlandés no encuentra su hueco en el Barcelona con Flick, que no cuenta con él desde el penalti que hizo ante el Betis

La caída en picado de De Jong - Foto: Europa Press

Llegó por unos 85 millones de euros para ser el nuevo timonel del Barcelona y más de cinco años después su navío ha naufragado. Frenkie de Jong tampoco despega con Hansi Flick en el banquillo. No lo hizo con Xavi Hernández. Tampoco mostró la versión del Ajax con su compatriota Ronald Koeman en el club. Con Quique Setién, lejos de despegar, se vino abajo como todo el equipo en aquella fatídica noche de Champions ante el Bayern. Y con Ernesto Valverde apenas pudo siquiera llegar a asentarse.

En medio de toda esa concatenación de entrenadores, lesiones y más lesiones, además de una degradación deportiva, financiera y social de la entidad culé que, aunque parece frenar, se mantiene en desarrollo. En definitiva, un contexto en el que brillar era muy complicado.

Cada verano, cada comienzo de un nuevo proyecto, se hablaba como la posibilidad de dar un salto hacia delante para De Jong, como teniendo que justificar aún los 85 millones de euros que costó y la altísima ficha que le brindó la directiva de Josep María Bartomeu. Y siempre, con algún destello de esperanza, el mismo final: caras y más caras de frustración.

La llegada de Flick parecía una nueva opción, la penúltima para un neerlandés enfrascado en una renovación encallada por su elevado salario y que, en estos momentos, apunta a resolverse en 2026 con el final de su contrato.

El nuevo técnico germano, que cayó de pie en el Barcelona en los primeros meses, no pudo contar con el centrocampista, recuperándose aún de la lesión sufrida en su fatídico tobillo derecho, ese que, en parte, le ha mermado una carrera que parecía meteórica.

Por eso, Flick recurrió al joven Marc Beltrán para tirar del centro del campo, pero el canterano también cayó en desgracia. Fue entonces el momento de un Marc Casadó que se ha hecho acreedor de un puesto en el once titular en el Barcelona y con un dorsal en la selección española absoluta.

Ante tanta competitividad, la reaparición de De Jong viró hacia el ostracismo.  Pisó el césped en el duelo de Champions contra el Young Boys el 1 de octubre y, desde entonces, ha jugado 362 minutos entre todos los torneos. Un lunar frenó su ya gripada progresión hacia una posible titularidad: el penalti que cometió contra el Betis.

El Barcelona tenía controlado el encuentro, con un marcador de 0-1, y esa pena máxima fue el 1-1 para un 2-2 final que supuso una nueva piedra en el camino de bajada tras un gran comienzo de curso.

Desde ese instante, el Villamarín fue el último estadio en el que el neerlandés se vistió de corto. Ni contra el Leganés (0-1), ni ante el Atlético de Madrid (1-2), ambas derrotas, tuvo minutos el centrocampista, precisamente en dos partidos en los que Flick no estaba en el banquillo por sanción.

Ahora, con el equipo en horas bajas y con un título como la Supercopa de España a la vuelta de la esquina, los onces titulares del alemán revelarán si eso fue algo puntual o el 'castigo' que pondrá la puntilla a la etapa de De Jong en Barcelona.