«Queremos que Palencia sea la capital del jazz»

Pablo Torres
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El primero de los seis grandes conciertos del X Festival de Jazz tendrá lugar este sábado de la mano de Ludovic Beier Trio en el Principal. Hasta el 18 de noviembre, varias actividades relacionadas con el género invadirán las calles de la ciudad

«Queremos que Palencia sea la capital del jazz» - Foto: DP

El Festival de Jazz de Palencia lleva diez años impregnando las calles de la capital con este género musical. José Ángel Zapatero, que ha estado al frente de esta cita en todas sus ediciones, reconoce su pretensión de «combinar» el jazz y la literatura, además de expandir este certamen a otros pueblos de la provincia. 

La programación del ciclo musical se extiende las siguientes dos semanas a través de diversas actividades que tienen a este género musical como denominador común. Como platos fuertes de la programación, el festival alberga las actuaciones de Ludovic Beier Trio, La Calle del Swing, Mike Stern Band, Hiromi's Sonicwonder, Camille Thurman & The Darrel Green Quartet y Kyle Eastwood.

¿Cuál es el objetivo del festival?
Lo que busca el festival es que, a lo largo de las próximas dos semanas, el jazz esté presente en la ciudad a través de muchas otras disciplinas culturales, como el cine, la literatura y, por supuesto, la música. Queremos que este género llegue a la gente y, sobre todo, que Palencia sea la capital del jazz las próximas dos        semanas.

¿Qué novedades incluye esta décima edición?
Como principal novedad, este año está el afán de juntar el jazz con la literatura a través de dos actividades que combinen ambas disciplinas. Una, que tendrá lugar en el museo, constará de la lectura del relato ganador del concurso Relatos Ópticos; la otra, que se celebrará en la biblioteca pública, será el concierto del grupo encabezado por el poeta y cantante Rafael Lechowski, dirigido a un público más joven. 

Otra novedad interesante es que, por primera vez, viajamos fuera de la capital. Esta edición incluye dos conciertos, el 4 y el 5 de noviembre, en las localidades de Guardo y Paredes de Nava, respectivamente.

Por otra parte, además de seguir con la calidad que siempre nos ha gustado tener con los artistas invitados, este año recuperamos los Vermú jazz, que no se celebraban desde la pandemia, y también incluimos el baile en las citas de jazz en la calle.

¿Considera al jazz como un género poco valorado?
No creo que esté poco valorado, sino que no es una música de mayorías. Curiosamente, mucha gente no sabe lo que es el jazz a pesar de que lo esté escuchando a todas horas. Muchos locales o tiendas tienen música de jazz de fondo, y la gente lo escuha sin ser consciente de qué género es. Es una música agradable, a veces poco conocida, pero no por ello poco apreciada. 

¿Cree que esta música cuenta con suficiente visibilidad?
Visibilidad sí que tiene, puesto que existen muchas muestras de jazz a nivel nacional e internacional. Es un género con bastante presencia, aunque tiene fama de ser una música muy crítica. Esto viene en gran parte influenciado por el subgénero del free jazz, que muchas veces no se entiende muy bien. No obstante, existen otros tipos de jazz más rítmicos, melódicos y bailables.

Una de las grandes características del género es la improvisación, lo que hace que sus conciertos sean únicos. Las actuaciones en directo son una de las cosas más gratificantes que hay, puesto que no existen dos iguales. 

Además de los seis grandes conciertos, la programación incluye varias citas como proyecciones de películas, jornadas de literatura y jazz o actuaciones en la calle. ¿Se espera llegar a todos los públicos?
Por supuesto. Nuestra preocupación principal es consolidar a los ya existines y buscar nuevos públicos. 

Siempre hemos tenido la mirada puesta en estos objetivos. El concierto familiar del 5 de noviembre, a cargo del grupo La Calle del Swing, está en consonancia con las pretensiones del festival.

¿Cree que este género está cada vez más reconocido en la provincia?
Precisamente en Palencia sí que hay un público fiel y cautivo al que le gusta este género y acude a todos los espectáculos. No solo al festival, sino a otros eventos que puedan organizarse. Ya existe una masa crítica que se anima a cualquier evento relacionado con el jazz, lo que hay que hacer es ampliarla. 

¿Qué otras iniciativas se llevan a cabo para potenciarlo?
Nosotros nos encargamos solo del festival, que es una de las actividades más internacionales que hay en Palencia. 

No obstante, durante todo el año hay una programación que acerca el jazz a los ciudadanos. Hay otro ciclo en primavera, más luego los conciertos que organiza la Diputación y el Ayuntamiento.

¿Cómo de importante es el apoyo de las administraciones?
Gracias a ellas podemos hacer el festival. No podríamos traer a artistas de talla mundial solo con la venta de entradas, necesitamos el apoyo institucional para hacer posible este proyecto. Gracias a estos invitados de renombre, el de Palencia se sitúa como uno de los festivales otoñales de referencia en el plano nacional.

¿Cómo comenzó la idea del Festival de Jazz?
Fue un empeño casi personal. Yo soy muy festivalero y siempre me ha gustado ir a estas citas por España. Me daba envidia que no hubiera uno en Palencia.

Lo que quería hacer era un festival, no un ciclo con solo cinco conciertos y ya. Por ello, la programación incluye varias actividades que los arropan para dar más visibilidad a este género. De ahí surgió la idea y ya llevamos diez años con ella. 

Tras diez ediciones, ¿considera a la cita musical asentada?
Sí. Considero que está asentada en la ciudad, la provincia, la región y en España. Nos hemos hecho un hueco en el panorama nacional y tenemos constantes referencias de medios especializados y reconocidos en el género.

¿Prevé celebrar otras diez ediciones del festival?
Otras diez como poco. Eso sería lo mínimo, aunque esperemos que sean muchas más. Los festivales de jazz de Vitoria o San Sebastián llevan más de 50 ediciones. A eso es a lo que aspiramos.