Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Pintxo de paella

10/01/2024

Que la paella es la más famosa de las recetas de la gastronomía española no me cabe ninguna duda. Ha superado internacionalmente a la tortilla de patata o al jamón (en este caso ingrediente, no receta) como la primera asociación que viene a la mente de una persona no española cuando piensa en nuestra gastronomía. Paseaba anteayer por Pamplona, y me encuentro el cartel a la entrada de uno de los muchos bares de pintxos del centro una gran foto de la paella como reclamo, que ocupaba la mitad del espacio en el que este bar, de nombre muy gastro-vasco, permítanme el uso del palabro, destina a comunicar su oferta de pintxos y tapas. Y claro, esto me dio la suficiente información como para decidir no entrar en él; si el gran reclamo en la zona más turística y gentrificada de una ciudad que nada tiene que ver con el Mediterráneo es la paella, mi pensamiento fue «cómo será esta paella y la calidad del resto de la oferta en consecuencia». Porque, al margen de las barbaridades que vemos que se comentan fuera de nuestras fronteras con la paella, desde la polémica con los británicos por sus sándwiches de paella en supermercados o por el chorizo como ingrediente de algún famoso chef, hasta las paellas cromáticas que nos llegan desde Centroamérica en las que a veces vemos desfiles cuasi militares de gambas y mejillones cubriendo la superficie de un arroz al que se le adivina por debajo… en España y para los guiris se ofrecen auténticos desastres de paellas. He podido observar esto en numerosas ciudades, desde Madrid a Barcelona y desde Andalucía a Baleares, desgraciadamente pasando por la Comunidad Valenciana, cuna de la receta. Si la atracción al turismo de masas, que también viene motivado por nuestra gastronomía entre otras cosas como el turismo de calidad, la buscamos dar con paellas lamentables y sangrías imbebibles, estamos haciendo un flaco favor a futuro a nuestro prestigio, nuestra sociedad y nuestra economía. Al parecer sí hice bien en no entrar al bar en cuestión anteayer; mientras estaba de pie frente al cartel, me pasó una pareja de navarros por delante, hablando entre ellos, y esto les oí comentar. -¿Aquí, entramos a comer algo? -No, vamos al siguiente, aquí sólo hacen paella mala para guiris y gabachos.