Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Picabaralla

28/05/2024

El oficio otorgado por P. Sánchez a quien fue alcalde de Valladolid es el de picabaralla. En transportes ejerce poco.  Un picabaralla en vez de mediar para apagar la batalla, incita a mantener el jaleo en sesión continua, fango en permanente conflicto. Si eso no lo quisiera Sánchez debió mandar un motorista tras el primer altercado. No lo ha hecho.
El picabaralla habla, tras asegurarse de que a su parte le interesa el jaleo y estaría respaldado. Pero estas afirmaciones son veleidades sin consensuar, sin preguntar a la ciudadanía. Nuestro país no tiene interés en si Milei se chuta o no y estamos avergonzados y al margen de este pollo artificial de un innecesario azuzador. 
En política internacional se actúa con educación, con los límites y secretos que dicta la diplomacia porque una vez disparado un dardo los enfrentamientos tienen difícil marcha atrás y las pérdidas económicas y sociales de la nación serán cuantiosas. ¿Por qué los españoles hemos de soportar esto? Y pretenden que nuestros empresarios apoyen a la esposa del presidente: Mamá, que me pegan.
El gobierno lleva al día los conflictos internacionales sin justificación. Hemos tenido líos con Estados Unidos, Argelia, Marruecos, Ucrania, Israel, entre otros y ahora con Argentina. Existen estudios de partido, nunca expuestos públicamente, que manifiestan los enemigos de régimen y lo normal es no meterse sin causa contra ellos. ¿Quién deja al metiche de picabaralla en el espacio político?  Milei ignora al meticón y sacude directamente a Sánchez. 
España solicita a sus ministros que arreglen lo suyo: transportes de cercanías y de mayor recorrido, o que nos abran mercados internacionales con educación, de forma correcta y de eso sabe el cuerpo diplomático y comercial preparado para ello.
Cada mañana el españolito desayuna con un nuevo jaleo. ¡Ya está bien de golpear nuestros legítimos intereses en el exterior! Y el infantil ministro diplomático que olvide el «y tu más».
Devolvamos el apoyo a una Argentina hermana que acabada la guerra nos provisionó de aquella leche en polvo en latas y carne para ayudarnos a vivir. No lo olvidaremos nunca.