Sí, están de moda. Por menos de nada ( y nunca mejor dicho ), vemos, oímos o leemos que fulanito o menganito tiene un montón de seguidores. Virtuales, claro, no es que se les persiga por la calle... o que se les ponga como ejemplo... No. Es que dentro de los medios de captación personal, y vanguardista (móviles, prensa, televisión, conciertos, recitales, .etc.), alguien muy destacado influye en el espectador...lector...y ya se convierte en el seguido por el seguidor. Pero no se habla de diez ... doce... los seguidores del seguido a veces son miles y miles. Es incomprensible, y es que la cuestión de gustos es muy dispar. Y nos deja boquiabiertos que algunos motivos del seguimiento sean auténticos desastres, y es que ya se ve que hay gustos que parecen disgustos. No me sorprendería que tuvieran muchos seguidores algunos cantantes famosos... grandes escritores... actores... incluso políticos si se convirtieran en arregla-naciones, pero que de la noche a la mañana, algún cantamañanas se ponga ante una cámara en su propia casa, y se proponga demostrar arte, y estilo, haciendo piruetas.... disfrazándose... o contando chistes tontorrones... etc. y se colme de seguidores... la verdad es que no lo entiendo. Otras veces, el asunto se enfoca por la parte verdusca.
Por ejemplo. En programas televisados competitivos es fácil hacerse famosilla, si es mujer, acostándose con el concursante masculino que más la guste, y si es hombre accede muy gustoso a las insinuaciones e incluso acoso, ante las perspectivas de posible intriga,y una vez tapaditos con ramas del árbol lindante, con cuatro arrumacos muy preparados y planeados... ¡ya han conseguido ser figurones que es el primer paso para que al espectador le domine el gusanillo del «a ver qué pasa» y entran en la insensatez de entretener al aburrido! Hasta hace poco tiempo, Tamara Falcó era una de las españolas con más gancho. A la gente le hacía gracia su manera de hablar a trompicones entre grandes risotadas, además, su noviazgo... su luna de miel... su Fe religiosa... su despiste... ¡Pues hala, vengan seguidores! Ahora, yo creo que la va a dejar en pañales la Princesa Leonor. Es encantadora, muy sensata, tan jovencilla y tan preparada en modales, en situaciones...¡en todo! Con Leonor quedan excluídos los seguidores con piropos por las calles... los seguidores gesticulando ante cámaras... en concursos... La admiración por Leonor estará más que justificada y entendida.