En aquel tiempo, decía mi padre: ¡ Ya traigo La Codorniz !, y efectivamente, llegaba a casa con su revista bajo el brazo, y todos nos peleábamos por ser el primero en arrebatársela, y por introducirnos y disfrutar de aquel humor ingeniosísimo. A mi, me encantaban, y me siguen encantando aquellos chistes de Antonio Mingote, que sigue siendo uno de mis ídolos desaparecidos, y que llevo incrustado a machamartillo. Además de ser muy atractivo físicamente, aquel humor, dando preferencia a la cultura, y que ahora escasea, reportaba muchos temas de actualidad, en los que se pretendía, y se lograba que el lector se introdujera en las situaciones más vigentes del momento, ironizándolas poniéndolas en la primera línea de la actualidad con la sonrisa cerca de la carcajada.
También, y del mismo estilo teníamos Hermano Lobo, La Ametralladora, con colaboradores y fundadores como Mihura, Neville, Perdiguero...,y que con todas las situaciones, hasta con las más crudas, se ingeniaron para amenizarnos.Y es que es difícil, pero ya vemos que no imposible, plantar cara a determinados casos, porque aquel maravilloso grupo de talentos, incluso nos hicieron sonreír, o reír a carcajadas, mostrando casos tristes como el del mendigo harapiento en el que le dice un doctor :--- Tranquilo, que ya puede comer de todo.--- O el de la chica en la cama, con un teléfono en el oído y un hombre abrazado a ella. ---Pues sí, he mirado por ver si había un hombre debajo de la cama...¡ y había uno ! ---Pues aunque pueda parecer un contrasentido, en mi etapa de bibliotecaria y rodeada de libros, al no recibir entre la prensa asignada - La Codorniz- yo me llevaba la de mi casa, y sin darla preferencia a lo que allí llegaba diariamente, sí que me gustaba atender a mis asiduos lectores con la sonrisa puesta,, y eso lo lograba -La Revista más audaz, para el lector más inteligente-. Esta frase no es cosa mía, es el letrerito que encabezaba la publicación-. Pues a seguir estando alegres, con o sin determinadas publicaciones. Aunque....los palentinos tenemos la gran suerte de contar con un colaborador fenomenal: humorista tanto literario como dibujante. A los personajes los borda, tanto es así, que a veces en vez de dibujados salen magníficamente retratados. Pues...¡¡ Enhorabuena, Javi Salado. !!. Recibe un abrazo.