Saldaña presume este fin de semana de su pasado romano con desfiles en los que participan centuriones, soldados, músicos y pueblos que acabaron sometidos al poder del imperio de la ciudad eterna, luchas de gladiadores y un mercado con más de cuarenta puestos de alimentación y artesanía.
Esta cita, que se celebra por vigésima ocasión y que ya está consolidada en el calendario ferial saldañés y provincial, se inauguró con una original invocación a los dioses en la que se pidió protección a Júpiter, Marte y otras deidades de la mitología romana y en la que se recordaron latinismos muy habituales como grosso modo, mens sana in corpore sano o ecce homo con otras referencias no tan cultas, como el inolvidable romani ite domum de la película Lavida de Brian, y locales, como regina mundi, nombre del colegio que regentaron en Saldaña las HermanasFranciscanas de Dillinger del Danubio, las ganadoras del Premio Javier Cortes que se entregó el viernes en la iglesia de San Pedro.
Eso sí, el orador terminó su discurso llamando a la diversión con unas palabras que ya pronunciaban los romanos que moraron en La Olmeda: vinari, letari, ridere hoc est vivere. Es decir, beber, alegrarse, jugar reír, esto es vivir.
La jornada inaugural comenzó con un sol de justicia, por lo que cualquier sombra, bien en los soportales de la plaza Vieja o bien aprovechando las pérgolas de los puestos estaba bien cotizada, algo que hoy también tiene pinta de que siga igual, ya que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no cambian mucho.
Entre los vendedores del mercado hay caras nuevas, pero también otras ya conocidas por los vecinos de la zona. Miguel Rodríguez, de la saldañesa JoyeríaCarlos, decidió montar por primera vez un puesto en esta feria y, los primeros resultados, están siendo positivos.«El broche de los thieldones vacceos (los caballitos de Saldaña) está teniendo muchísima aceptación», asegura. Por su parte, el gallego Francisco Lozano, de Panadería Lozano, es ya un clásico en la zona. «Vengo a las cuatro ferias saldañesas y a otros pueblos cercanos comoCarrión y Sahagún», asegura antes de declarar que «es un buen lugar para vender». «Es buena gente», sentencia. En cambio, el cordobés Manolo Gutiérrez, que vende ambientadores y perfumes explicó que «ha decidido dar una segunda oportunidad al mercado romano» tras el año pasado.
Más allá del mercado, el ambiente está asegurado. El puesto de cetrería, con sus cernícalos, búhos, águilas y buitres, siempre es un lugar al que se van los ojos de los visitantes, mientras que aquellos que optan por vivir en primera persona esta cita acuden al puesto de tiro con arco a demostrar su puntería.
El Ayuntamiento quiere seguir romanizando Saldaña. Por ello, el alcalde, Adolfo Palacios, instó una vez más a los vecinos a que se visitieran de romanos para dar más ambiente al mercado. Él lo hizo, al igual que el año pasado, cuando se presentó a votar disfrazado y las imágenes fueron virales en toda España. El que vaya con la vestimenta adecuada recibirá un denario, al igual que los que participaron ayer en el desfile.Simbólico, eso sí.
El mercado, con sus actividades paralelas, continúa hoy.