«Hoy es un día grande e importante para todos, no solo para Cervera, sino para todos los vecinos que residen en la zona norte de Palencia».Estas fueron las palabras que pronunció el entonces alcalde cerverano, Luis Cabeza, el 9 de julio de 1999 con motivo de la colocación de la primera piedra del centro de especialidades médicas de la localidad, que iba a prestar servicio a las 30.000 personas que residían en la Montaña Palentina. Había, sin duda, mucha ilusión por un proyecto que, según la información publicada hace 25 años en Diario Palentino, estaba presupuestado en 239 millones de pesetas (1,43 millones de euros) y tenía un período de ejecución de 18 meses. A este dinero habría que sumar el dinero necesario para la tecnología de la dotación, que, finalmente, se inauguró en marzo de 2002.

En jornada muy dada a los discursos como es la de la colocación de la primera piedra, el consejero de Sanidad, José Manuel Fernández Santiago, que encabezó un acto institucional al que también acudieron numerosas autoridades, destacó que, con este centro, «lo que hemos decidido juntas las administraciones (Diputación, Insalud y Junta -que firmaron un protocolo de colaboración en diciembre de 1998 para su implantación-) es sencillamente que, en lugar de que los ciudadanos tengan que viajar para buscar al médico, sea el médico el que venga a su localidad». Además, explicó que en la villa norteña «se atenderán todas las especialidades e incluso se contará con un quirófano para cirugía menor».

Por otro lado, esta cabecera publicó que «lo que más parecen valorar los ciudadanos es la UVI móvil que complementará las necesidades sanitarias de la población de la zona norte de la provincia». Ahora, cinco lustros después, el alcalde de Cervera, Jorge Ibáñez, sigue destacando lo mismo. Bajo su punto de vista, es el gran servicio que se está ofreciendo tras la instalación del centro de especialidades médicas en la localidad y lo valora positivamente. «Es muy importante para los habitantes de la Montaña y desde nuestro municipio tiene un radio de acción enorme, desde Piedrasluengas en el norte; a la zona de Pomar deValdivia en el este y a la de Guardo en el oeste. Esto sí se puede considerar una mejora», manifiesta el primer edil.

En cambio, Ibáñez es más negativo en el resto de aspectos. La felicidad de aquella fecha se esfumó. Opina que no está cumpliendo con las expectativas que se generaron cuando se creó y, de hecho, reclama que se refuercen los servicios que se ofrecen en la actualidad, que no son los que se anunciaron. «El centro de salud, que aquel entonces estaba en la calle Labradores, se trasladó a un edificio nuevo, mejor dotado y con alguna consulta especializada, pero no difirió mucho de lo que se prestaba antes enCervera y en otras localidades del entorno», lamenta. Además, explica que todavía hay diferentes especialidades que no se atienden en la zona y que, por tanto, «nos obligan a desplazarnos al sur».

Por último, critica que el centro de especialidades «lo que mayormente hizo fue dar por finalizado, el sueño de un hospital, con todo lo que hubiera significado para la Montaña». «Era una crítica que se hizo entonces y quedó confirmada con el paso de los años», concluye.