«Es un día importante para Palencia». Con estas palabras resumía a la perfección el alcalde de Paredes de Nava, Luis Calderón, lo que supone para el presente y el futuro de la localidad, para el resto de la comarca de Tierra de Campos y para la provincia en su conjunto la construcción de la planta de procesado y refinado de aceite de oliva, girasol y colza que allí instalará la compañía Iberecológica.

Será en marzo de 2026 cuando se refine el primer lote de aceite de oliva en la planta de Iberóleo, un proyecto llamado a convertirse en un nuevo motor de desarrollo y generador de empleo. Una iniciativa empresarial, en suma, que dará el impulso necesario a la economía provincial desde este rincón del medio rural.

Muestra de ello son los 80 millones de inversión, que se traducirán en un gran complejo agroindustrial sito en una finca de veinte hectáreas que dará cobijo a un centenar de empleos directos en su pase productiva y creará 200 puestos de trabajo durante los cuatro años que durará su construcción.

En un lugar estratégico del terreno se colocó ayer la primera piedra en el marco de un acto institucional que forma parte ya de los anales de la historia local. Un ejemplar de Diario Palentino, los planos del proyecto y un libro sobre Paredes fueron algunos de los objetos que se introdujeron en la urna, a modo de cápsula del tiempo y testigo de excepción de un hito que transformará para siempre la localidad.

 La finca elegida para las instalaciones cuenta con acceso directo desde la carretera autonómica CL-613 (Palencia-Sahagún) y conexión ferroviaria para el transporte de mercancías a través de un nuevo centro intermodal de cargas en la propia estación paredeña. Es más, este último ha sido clave para que Iberecológica se fije en el municipio terracampino dentro de su plan de extensión territorial.

Una vez a pleno rendimiento,  la capacidad de producción se estima en 200 millones de litros de aceite refinado cada año. Esta se plantea como el primer proyecto de economía circular del país para el refinado y envasado de aceite.

«Vinimos hace cinco años a hacer energía eólica y ahora damos un paso más en el sector agroalimentario, con un aceite gourmet que irá destinado principalmente a la exportación», señaló el CEO de Iberecológica, quien puso el acento en que «Castilla y León necesita de proyectos que generen estabilidad y empleo de calidad a largo plazo».

TRES FASES

El proyecto se concibe en tres fases constructivas. La primera de ellas, cuya construcción arrancó ayer con el acto de colocación de la primera piedra, dispondrá de una capacidad de producción de 100 millones de litros del primer Aceite de Oliva Zero Emisiones. Para ello, se desarrollará una planta de biomasa y una instalación fotovoltaica, que generarán el vapor y la energía necesarias para llevar a cabo el proceso de refino. La inversión ascenderá a 30 millones de euros y se prevé la creación 40 empleos directos en fase de explotación, así como los vinculados al movimiento de entre 25 y 30 camiones de aceite por día. 

Julio de 2025 es la fecha elegida para la segunda fase, en la que se añadirán nuevas instalaciones complementarias. Entre ellas se incluye una planta envasadora, que contará con un almacén logístico autónomo de última generación, y un centro intermodal de cargas que permitirá la importación de materias primas así como la conexión con los principales puertos del Cantábrico, tanto para la exportación del aceite producido por Iberóleo como para otros productos de terceros desarrollados en la comarca. Para el desarrollo de esta segunda fase, cuya fecha prevista de puesta en marcha es diciembre de 2026, será necesaria una inversión adicional de 20 millones de euros, y prevé la generación de 20 empleos directos adicionales durante la fase de explotación, además de los vinculados al movimiento de unos 40 camiones de aceite por día.

Finalmente, la tercera fase, que dará comienzo en enero de 2027 y cuya puesta en operación está prevista para septiembre de 2028, se enfocará en la construcción de una planta de extracción, con capacidad de procesar 500 toneladas de semillas diariamente, y una refinería de Aceites de Semilla Zero Emisiones que podrá producir 70 millones de litros de aceite de girasol y 30 millones de litros de aceite de colza. Del proceso de extracción, además de la producción de aceite crudo, se obtendrán unas 72.000 toneladas de harina de torta, que se almacenarán y pelletizarán para su venta. La inversión necesaria para el desarrollo de esta fase alcanzará los 30 millones de euros y tiene prevista la creación de 40 empleos directos adicionales en fase de explotación, además de los correspondientes al movimiento de unos 100 camiones y dos trenes diarios para el transporte de aceite y semillas. 

CONTRA LA DESPOBLACIÓN

La iniciativa empresarial, además de producir aceites sostenibles, tiene como objetivo abordar el grave problema de la despoblación rural. Un punto de inflexión en una comunidad de la España vaciada que ha perdido en la última década más de 165.000 habitantes, lo que ha afectado negativamente a la economía local y a la disponibilidad de servicios. 

La planta de aceite Iberóleo se presenta como una solución viable para revitalizar la economía de la zona, generar empleo de calidad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Así lo puso de manifiesto el alcalde de Paredes, Luis Calderón, otro de los grandes artífices de que el proyecto eche raíces en este rincón de Tierra de Campos. 

«Si nuestros abuelos se acordaban de las mantas y nosotros ahora de las galletas y los vehículos Renaut, los niños pensarán en el aceite paredeño», subrayó el primer edil en el marco de un acto institucional al que asistieron cientos de paredeños y autoridades, que completaron el aforo del centro de artes escénicas Jorge Manrique, otro de los logros de la villa. «Llevamos años quejándonos de falta de la falta de oportunidades. Palencia está necesitada de valientes. Gracias Gregorio [Álvarez] por enseñarnos que alguna vez se puede vencer», concretó.

Al mismo asistieron también la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel, y el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas. Este último destacó que se trata de un «proyecto sostenible» que acerca la producción al consumidor final. «El valor añadido se va a quedar en Castilla y León, la primera comunidad en superficie y producción de girasol y colza», añadió.

Por su parte, Armisén puso el acento en el uso de «recursos territoriales» que hace este «proyecto genere ilusión». «Es importante para Palencia, para Castilla y Leon y para España», manifestó. «Esta esperanza que se plantea  para Paredes, va a tener una transcendencia que supera el ámbito local para llegar a ser autonómico», remató Miguel.