La Guardia Civil ha detenido en Mocejón a un joven español de 20 años como el presunto autor de la puñalada que acabó con la vida de un menor de 11 años en esa localidad toledana mientras jugaba con otros amigos al fútbol, según han informado fuentes próximas al caso.
Aunque no han trascendido muchos más datos, el joven ha sido detenido en la propia localidad donde se produjeron los hechos y después de que la Guardia Civil desplegara un amplio dispositivo de búsqueda.
Según ha informado la Guardia Civil, la detención se ha producido en la tarde de este lunes y los agentes han practicado dos entradas y un registro en un domicilio de esa localidad.
La investigación, llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial, se encuentra bajo secreto de actuaciones por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo, que se ha hecho cargo del caso.
Los hechos ocurrieron en la mañana del domingo cuando la víctima, Mateo, fue agredido con un objeto punzante mientras jugaba al fútbol en el campo municipal 'Ángel Tardío' junto a dos amigos.
El Ayuntamiento de Mocejón - localidad de unos 5.000 habitantes ubicada a quince kilómetros al noreste de la capital toledana- declaró este domingo tres días de luto oficial.
De momento, se desconoce el móvil del crimen, pero sí se ha descartado que se trate de una acción terrorista yihadista protagonizada por un actor solitario.
Críticas por la actuación de la Guardia Civil
La asociación Jucil, mayoritaria en la Guardia Civil, ha denunciado la escasez de agentes en el ámbito rural, como en Toledo, donde este fin de semana se han producido dos asesinatos -los de una chica de 17 años en Otero y un niño de 11 en Mocejón- y el tiempo de respuesta de los guardias civiles superó los 40 minutos.
Según recalca esta asociación en un comunicado, estas trágicas muertes "revelan que el actual despliegue de la Guardia Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de los pueblos en España".
Sobre el asesinato del niño de Mocejón, Jucil indica que aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, "el tiempo de respuesta fue de 40 minutos". Un intervalo de tiempo que, según Jucil, permitió huir al asesino.
En el caso del asesinato en Otero, "la situación fue aún más grave", añade. Relata Jucil que "el primer aviso de la discusión se produjo a las siete y fue media hora después, según los testigos, cuando se escucharon los disparos, sin que ninguna patrulla hubiese llegado en este lapso hasta el lugar donde se produjo la llamada de emergencia".
"Estos tiempos de respuesta son inaceptables", subraya en el comunicado Javier Montero, portavoz de Jucil. "En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta, y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta situación de desprotección. No podemos permitir que la distancia y la falta de recursos pongan en riesgo la vida de los ciudadanos", apostilla.
La asociación reclama una ampliación de la cifra de efectivos y que se abra una reflexión sobre la forma de despliegue de la Guardia Civil, "porque todos los ciudadanos, sin importar donde vivan, tienen derecho a una protección sin demoras, adecuada y eficaz".
Para Jucil, el último catálogo de puestos de trabajo revela "un déficit significativo de efectivos en la provincia de Toledo, donde se necesitarían al menos 200 guardias civiles adicionales".
Un déficit "igualmente preocupante" en el resto de las provincias de Castilla-La Mancha y que "se extiende por toda España". "Deja a muchas comunidades rurales en una situación creciente de vulnerabilidad", concluye la asociación.