Efectivos de la Guardia Civil de Cantabria y de la Ertzaintza, con el apoyo de agentes de la Comandancia de Salamanca, interceptaron el pasado 20 de diciembre en una gasolinera de la localidad salmantina de Robliza de Cojos un vehículo autocaravana en cuyo interior fueron hallados e intervenidos un total de 600 kilos de cocaína, en lo que supone la mayor operación antidroga de la provincia charra, y que culminó con la detención de tres personas de nacionalidad española, que ya están en prisión preventiva.
Así lo explicó hoy el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, quien compareció en la Comandancia de Salamanca junto a su homóloga cántabra, Eugenia Gómez de Diego, y los mandos intervinientes para dar los detalles de esta operación, denominada 'Ergu'. Una investigación que ha permitido identificar una estructura criminal dedicada a la importación ilegal de cocaína desde Iberoamérica, con destino al conjunto de la cornisa cantábrica y a otros países de la Unión Europea.
Según desveló, en declaraciones recogidas por Ical, el general jefe de la XII Zona de la Guardia Civil en Castilla y León, José Antonio Fernández de Luz, la banda operaba desde Portugal, como punto de entrada en la Unión Europea, y tenía en España su estructura de almacenaje y posterior distribución. Para ello, ponían en marcha un aparato logístico que les facilitaba el movimiento dentro de la Península mediante medios de transporte variados, dotados de doble fondo y otras estrategias.
Los traficantes buscaban vehículos con capacidad de transporte de grandes cantidades de cocaína, y que facilitaran el enmascaramiento en los desplazamientos, como es el caso de la autocaravana intervenida, y que fue visitada hoy por las autoridades y los medios de comunicación. En este caso, la droga no iba oculta en un doble fondo, sino que iba distribuida en bolsas por los distintos compartimentos y también en el suelo.
Las investigaciones permitieron conocer a los agentes el desplazamiento de un importante cargamento de droga, a través de Portugal, con la hipótesis de que la organización criminal investigada estimaría el periodo navideño como el más propicio para realizar la operación con seguridad, en un momento en el que, precisamente, el uso de autocaravanas se corresponde con un modelo vacacional ordinario.
Así, en la tarde del 20 de diciembre, un operativo formado por 16 personas, y que contó con el apoyo de miembros de la Comandancia de Salamanca hasta rebasar los 40 efectivos, vio la oportunidad de intervenir en la estación de servicio de Robliza de Cojos, donde pararon a repostar la autocaravana y el vehículo lanzadera.
Fueron detenidos el conductor de la autocaravana, así como los dos ocupantes de un turismo de gran cilindrada, matrícula francesa, empleado para alertar sobre la presencia de dispositivos policiales y garantizar, al mismo tiempo, la custodia y seguridad de la droga. Las tres personas detenidas, varones mayores de edad de nacionalidad española y residentes en el País Vasco, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de Laredo, que instruye el caso, y que decretó su ingreso inmediato en prisión provisional.
Dentro de las mismas actuaciones la Guardia Civil y la Ertzaintza practicaron tres registros en diferentes inmuebles del País Vasco, en las provincia de Vizcaya y Guipúzcoa, donde fueron intervenidos varios vehículos de alta gama con una valoración superior a medio millón de euros. Los coches, de gran cilindrada y altas prestaciones funcionaban como garantía de fuga en caso de delatar la presencia de dispositivos policiales. Además, se incautaron de dinero, así como máquinas para contar billetes y elementos de pesaje y envasado.
Colaboración policial
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, valoró en declaraciones recogidas por Ical la importancia de la operación, "una de las mayores llevadas a cabo en este territorio durante los últimos años", sobre todo por la "excepcional coordinación" de la Guardia Civil de distintos lugares y la policía autónoma vasca. "Mi más sincera enhorabuena a todos los efectivos que han participado en esta operación, que ha sido un ejemplo de cooperación y coordinación en materia de seguridad", apostilló.
Asimismo, la delegada del Gobierno en Cantabria, Elena Gómez de Diego, destacó la importancia de haber sacado 600 kilos de cocaína de la circulación, pero también "asestar un golpe significativo a una red de narcotráfico", mientras valoró la "profesionalidad y rigor" de los cuerpos implicados. "Menos drogas en las calles supone menos delincuencia y, por lo tanto, más seguridad y tranquilidad", señaló.
El capitán Alfonso Serrano, de la Guardia Civil de Cantabria, destacó que, en este tipo de operaciones, "rara vez hay detenidos", y gracias a haber logrado estos arrestos, que corresponden con la cúpula de la organización en España, encargada de la logística, ahora se podrá seguir investigando. En este sentido, apreció la "excelencia" del dispositivo ya que, además de este hito, fue capaz de burlar la labor del vehículo lanzadera.
Por su parte, el capitán de la Comisaría de Bilbao de la Ertzaintza, José Enrique Sánchez, puso en valor la colaboración para enfrentar a los implicados en este tipo de actividad delictiva, muy lucrativa, y que, por lo tanto, permite disponer de medios económicos para burlar la acción policial. En este sentido, reconoció el trabajo de los agente de narcóticos, "un desempeño arduo de horarios inciertos, desplazamientos largos y duras vigilancias que no siempre acaban con el resultado que se da hoy", ya que, según matizó, "la simple mala suerte o un pequeño detalle puede dar al traste con este esfuerzo".