Los Yodis (II)

Fernando Pastor
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Un grupo que compartió escenario con la orquesta de Rafael Ibarbia y alternó con Los Bravos, Los Pekenikes y otros grupos célebres de la época

Los Yodis

Narrábamos la semana pasada la creación del grupo Los Yodis, orquesta creada en Astudillo, y las anécdotas de sus primeros pasos actuando en los pueblos más o menos próximos a la localidad cerrateña.


Pero el buen hacer de este grupo musical le granjeó una merecidísima fama y fueron contratados en los más diversos puntos de la geografía española.


Durante una década fue la orquesta titular de la Pérgola del Campo Grande de Valladolid, actuando cada dos fines de semana, y en las fiestas de San Mateo todos los días. Compartió escenario con la orquesta de Rafael Ibarbia y alternó con Los Bravos, Los Pekenikes y otros grupos célebres de la época.  

Los YodisLos Yodis


Les contrataron para actuar en Pozo Blanco (Córdoba). Era un viaje larguísimo y la mayor parte por carretera convencional, ya que entonces solo había autovía hasta Ocaña, y había que cruzar Madrid, por lo que se hacía eterno. Cuando al fin llegaron no encontraron hotel y tuvieron que ir a alojarse a Córdoba capital, hospedándose en el hotel que tenía El Cordobés, muy caro, pero no encontraban otra cosa y ya eran las 7 de la mañana. Gastaron en el hotel casi todo el dinero lo que iban a cobrar por la actuación. 


Al día siguiente de esa actuación tenían otra en Olmedo (Valladolid). Regresaron por la misma carretera convencional, plagada de camiones, un viaje de muchísimas horas y casi sin dormir. Llegaron a la localidad pucelana a las 7 de la tarde, justo para instalar la orquesta y actuar. 


DISCOTECAS.

El éxito les llevó a crear, en 1967, una discoteca en Palencia, con el mismo nombre de Los Yodis, con música en directo tocada por ellos.


En un principio compaginaron la discoteca con las actuaciones fuera del local, pero era mucho trabajo: tenían que ensayar, actuar en la discoteca, viajar e incluso llevar la contabilidad (en esa época no se estilaban las gestorías), etc. 


Era frecuente que acabaran de tocar en la verbena de un pueblo a las cuatro de la mañana y estar a las ocho en otro pueblo para dar dianas por las casas de las chicas, que en fiestas además había muchas casas con chicas jóvenes y debían dar una diana en cada vivienda.  


Tanto trajín motivó que cada vez les costase más viajar y decidieran quedarse solamente con la discoteca, que estuvo funcionando durante veinte años.


En la discoteca vivieron una curiosa anécdota. Un colegio de monjas de Palencia organizaron una fiesta estudiantil, con baile en Los Yodis. Para invitar a amigos y amigas, las chicas del colegio hicieron fotocopias de las entradas, falsificación que provocó que se sobrepasara con creces el aforo máximo del local. Habían ido también varias monjas del colegio, para controlar que las chicas no hicieran nada ajeno a la moral, y fueron testigo de la avalancha que llegaba. Una de las monjas le pidió a Luis Santoyo que le diera la llave de la discoteca, para cerrar y que no entrara nadie más, pues seguían llegando jóvenes a montones. Luis se negó, pues si cerraban no habría tampoco salida de emergencia; así que le pidió que si no quería que entrasen más, se pusiera ella en la puerta para impedírselo.


La orquesta continuó hasta 1980, aunque seis años antes Luis dejó de tocar en ella para dedicarse únicamente a la representación del grupo. 


Después cogieron otra discoteca, Eros, en la que pusieron la primera antena parabólica que hubo en Palencia para ver allí partidos de fútbol. El Real Madrid se enfrentaba a la Juventus de Turín en un encuentro de Copa de Europa, y TVE no pudo alcanzar un acuerdo con la RAI para que el partido se viese en España, por lo que la única alternativa era la antena parabólica. 


Alquilaron en La Esfera una docena de televisores y el mismo comercio les colocó debidamente distribuidos dentro de la discoteca. El precio del alquiler fue bajo, ya que en la publicidad de la discoteca se indicaba que el partido se vería gracias a los televisores de La Esfera, con lo que también era publicidad para esta empresa. 


Anunciaron a bombo y platillo que allí se podría ver, y comenzaron a recibir peticiones de reserva de entradas, a 500 pesetas y con derecho a consumición. Cuando se completó el aforo continuaba llegando gente; el portero no podía dejar entrar a más personas y colocaron uno de los televisores en la escalera de emergencia para que pudiera verse desde el patio de fuera, iniciativa que fue recibida con aplausos por la gente que se había quedado fuera. 


Luis Santoyo fue el alma mater de Los Yodis. Antes de su jubilación trabajó en una tienda de regalos en Villalcazar de Sirga. Ya jubilado, se apuntó a cursos de encuadernación y de pintura. La encuadernación lo dejó, pero a pintar aprendió muy bien, organizando exposiciones de paisajes y monumentos de Palencia, Madrid… y por supuesto del Cerrato: Vertavillo, Baltanás, Astudillo…