Peregrinos en la Esperanza es el lema que ha elegido la Iglesia Católica para celebrar el próximo año Jubilar 2025. Dará comienzo en la celebración de apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano el próximo 31 de diciembre.
Sinceramente, llevo semanas pensando el tema a tratar en esta Sementera e inicialmente pensé escribir acerca de la crispación que nos invade y de la necesidad de volver a dar valor a la «cultura del esfuerzo». Pero me topé con este lema jubilar y me produjo un cambio radical de enfoque.
Es evidente que hay un ambiente generalizado de desilusión y desesperanza. Quizá fue ese el motivo por el que este lema produjo un gran impacto en mí. A medida que ahondaba en él fui encontrando la riqueza de su significado.
Es cuestión de cambiar de perspectiva y ampliar nuestras miradas, de esa forma podremos darnos cuenta de que hay muchos jóvenes que durante estas vacaciones están entregando su tiempo de descanso para participar en campos de trabajo para llevar a cabo algún proyecto solidario. 
Hay jóvenes que eligen realizar tareas de atención a enfermos y a personas mayores, (como sucede con nuestros voluntarios palentinos que en estos días lo hacen en Lourdes). Podrían elegir otros destinos y que su tiempo sea solo para ellos, pero no, eligen entregarse a los demás.
Hay muchísimos adultos entregando cada día su tiempo y esfuerzos atendiendo las necesidades de los más jóvenes o de los más mayores. 
Hay muchos de nuestros mayores entregando su sabiduría de la vida de forma altruista para que las generaciones más jóvenes entiendan el valor de lo realmente importante. Y en todos ellos veo tanta luz que, personalmente, a mí me llevan a tomar la determinación de «peregrinar en la Esperanza» de que algo nuevo es posible en nuestra sociedad.