Castilla y León lidera en España la capacidad del alumnado en Matemáticas, Lectura y Ciencias, las tres competencias analizadas dentro del último Informe PISA sobre la evaluación del sistema educativo en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), correspondiente a 2022 y conocido hace un par de semanas. «Las competencias de los alumnos son buenas, están bien fundamentadas y van a permitirles elegir su carrera, su oficio, sus trabajos en condiciones de una buena preparación a la hora de afrontar su futuro», manifestó al respecto el directo provincial de Educación, Sabino Herrero.
Pues bien, esta apuesta por la educación cercana, de calidad y adaptada a las necesidades del alumnado ni es nueva ni es ajena a la provincia palentina. Buceando en la hemeroteca, un artículo publicado en el Heraldo de Madrid el 2 de febrero de 1911, cuando Pisa tan solo era una ciudad italiana de la Toscana con una torre inclinada cuatro grados sobre su vertical, destacaba la felicitación del Gobierno de la época vía real orden en nombre del Rey Alfonso XIII a los pueblos de Camporredondo de Alba, Herreruela de Castillería, Ligüérzana, Lores, Mudá, Otero de Guardo, Santibáñez de Resoba y Vergaño, todos ellos correspondientes al partido judicial de Cervera de Pisuerga, por aparecer incluidos en el cuadro de honor de la estadística de Gutiérrez Lázaro sobre analfabetismo de la provincia como «analfabetos en absoluto». Es decir, su población al completo sabía leer y escribir.
«Nos parece plausible todo esfuerzo en pro de la cultura y de toda demostración de las deficiencias notadas en la misma, que están obligados a suplir con su alta misión inspectora y tutelar nuestros gobiernos», rezaba este más que centenario artículo, que bien podría aplicarse a cualquiera de los colegios repartidos por la provincia, donde apuestan por una educación cercana individualizada.
El artículo destaca también a la escasa población de la comarca [bien parece una crítica velada de la distinción, si bien por aquel entonces era mucho mayor que la actual: «1992 habitantes, es decir, unos 498 vecinos». Y es que de aquellas ser vecino significaba que se tenía una propiedad en un lugar o que se residía en un sitio en el que se pagaban impuestos;habitantes era toda la población.
«Estimamos de muy buen gusto en cualquier consejero de la Corona el deseo de enviar la enhorabuena a todo español que sepa leer y escribir, ya que tan rara es entre nosotros la posesión de estas buenas cualidades. No llevamos nuestro pesimismo, en cuanto a la inculture nacional, para el que en España quien haya leído por entero cuatro o seis libros pueda echárselas de sabio, sin riesgo de que nadie lo desmienta», dice la información.
«Mas conviene que las cosas se pongan en su punto y que a la enunciación equivoca del contenido de ellas siga alguna vez la risión de lo que en su fondo entrañan», reza un texto que está a punto de cumplir 113 años y que continúa de plena actualidad.