Lola Villar recibe la Medalla al Mérito de la Abogacía de CyL

Alberto Abascal
-

El decano de Palencia, Miguel Hermosa, destacó en su momento a 'DP' que es la distinción concedida por el Consejo, «en este caso, y por primera vez, a una mujer en nuestro colegio»

Lola Villar recibe la Medalla al Mérito de la Abogacía de CyL - Foto: DP

El Consejo de la Abogacía de Castilla y León ha organizado, con la coordinación de los Colegios de Burgos y Palencia, un primer Foro sobre Abogacía y Patrimonio. Reto, desafíos y estrategias para la protección jurídica en el medio rural de Castilla y León. Se celebró el jueves en el Parador de Cervera de Pisuerga y contó con la participación de todos los colegios de abogados de Castilla y León, Fundación Santa María la Real, Colegios de Economistas de Valladolid, Palencia, Zamora, Burgos y León, así como fundaciones y asociaciones de la región.

Sin embargo, uno de los momentos más emotivos tras la celebración del foro se celebró ayer, también en Cervera, con un pleno del Consejo de la Abogacía de Castilla y León. Tras el mismo, tuvo lugar un acto en el que se impuso la Medalla al Mérito de la Abogacía de Castilla y León a la letrada cerverana Lola Villar Villanueva. 

Se trata de una de las primeras mujeres que entraron a formar parte del Colegio de Abogados de Palencia y que cuenta con una trayectoria de 45 años de ejercicio profesional ininterrumpido en la Montaña Palentina. «Distinción que ha sido concedida por el Consejo, en este caso, y por primera vez, a una mujer en nuestro colegio», mantuvo en su momento en declaraciones a Diario Palentino el decano, Miguel Hermosa. El emotivo acto contó con la presencia de la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), la también palentina Victoria Ortega, y del presidente del Cacyl, Julio Sanz.

Lola Villar Villanueva, nacida en La Estación de Vado-Cervera, cumplió el 28 de mayo 45 años como abogada en ejercicio. Abrió su despacho en Cervera de Pisuerga en 1979, tres años después de licenciarse en Derecho en la Universidad de Deusto (Bilbao, ciudad en la que residía por aquel entonces).

 

CON HUMILDAD. «Creo que es un reconocimiento a todos mis años de trabajo. Lo recogeré con humildad, porque la soberbia es un pecado capital que los abogados no nos deberíamos permitir nunca», llegó a indicar recientemente en una entrevista concedida a Diario Palentino. Apuntó al decano de la prensa palentina que «cuando comencé Derecho no fue por vocación, aunque, a medida que fui estudiando, aprendiendo y comprendiendo muchas cosas salí con la clara decisión de ejercer la profesión de abogada». «El trabajo profesional es distinto. No hay una comparación que se pueda establecer entre lo que era el ejercicio profesional hace cuarenta años y ahora. Creo que hay un mayor acceso a la información en estos momentos y se ha facilitado el trabajo», añadió.