Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


¡Este país es Jauja!

13/08/2023

Siempre sujetos a las decisiones del independentismo, no tiene sentido ir a votar si luego cuatro votos tendrán sobre todo un país la palabra que no les han dado Castilla y León, Castilla-La Mancha, ni otras CCAA. Esto no es normal, sino un timo a perpetuidad.  Por un lado, la pérdida que ha supuesto 626 millones de euros en el primer trimestre por la rebaja del  IVA en los alimentos básicos, el Gobierno en funciones lo pasa por las narices de las familias que cada día llevan menos en la cesta. Sin embargo, para otros este país es Jauja pues el conjunto de la deuda contraída por las CCAA en el mismo primer trimestre fue de 322.211 millones de euros, de los que 85.456 millones atañen a la dimensión cismática del imperialismo catalán. Lo que traman con tanta discreción separatistas y quienes ansían ser sus socios a toda costa tratando de convencerles, no es cosa de un chicle por mucho que se estire. Una de las condiciones es la condonación de esa  terrible deuda, además de otras extras muy extras por inconstitucionales. Pachi López, fiel vicario, se consideraba la conciencia del Universo cuando gritaba: «¡Pablo Iglesias, estaba en una herriko taberna, diciendo que era un honor estar con los de batasuna, porque eran los  únicos que habían entendido que la Constitución Española, era una imposición…!». Da igual, pero bendita hemeroteca. Causaba admiración ante tanto rigor democrático y  escrupulosidad. Parecía recordarnos que el sentido del deber era el  primero de los principios sobre los que se habían fundado las autonomías. Hoy, ya dice otra cosa. Complacer a quatre gats porque esos votos valen mucho más que todos los demás juntos a cambio de un miserable plato de lentejas, es seguir cediendo concesiones ilegales que crean división entre la sociedad; unos se ven ya dominadores y los otros, dominados. Y eso está ahí como una insoportable losa ante tanta componenda y postración como país que estuviera planeando su propio ultimátum. Unos desde el poder, y otros recibiendo sin freno lo que no está escrito, sin tener que  asumir responsabilidad alguna, negocian y deciden. ¿De qué lado está cada una de esas partes?