El Palencia CF mete la sexta marcha para golear al colista, un pobre y a la vez valiente Laguna que quiere, pero no le da, como demostró en La Balastera. Los de Jonathan Prado encadenan así su quinto partido consecutivo sin perder en un mes de octubre notable, en lo que a los resultados se refiere.
Salió el conjunto morado con su habitual formación, un 4-2-3-1 con Varea en la puerta, Abel de Prado y Antonio Bueno en los laterales, David Amez y Héctor en el centro de la defensa, Jorge y Raúl Vallejo en el centro del campo, Gerard en una banda, Fer Muriel en la otra, Bruno enganchando y Romaric arriba, para el gol.
La primera mitad fue un verdadero carrusel de llegadas, un partido divertido para los espectadores que se dieron cita en La Balastera pese a que el frío ya apretó en la capital. Pese a su situación clasificatoria, el Laguna es un equipo que aprieta, valiente, que quiere proponer, como demostró con dos situaciones claras de gol, una de ellas un mano a mano que desbarató Varea. Pero es eso, simplemente querer, porque, de momento, no le da para esta categoría. Normal cuando la planificación ha sido caótica en un verano movido en los despachos.
Se aprovechó de ello el Palencia CF, al que también le gusta ser protagonista con balón y jugar en campo contrario. Hay especialmente dos jugadores a un nivel estelar en este tramo de liga. Uno es Romaric, que aprovechó un regalo del Laguna después de un error garrafal de su portero, Javi, que erró al querer despejar con el pie, para marcar a portería vacía. Otro es Bruno, autor del segundo gol morado, que cruzó bien el balón con la zurda tras una buena combinación con Fer Muriel. La primera mitad terminó con el 2-0, pero pudieron ser más de haber estado más atinados los atacantes locales.
El segundo tiempo fue muy distinto. La continua presencia en las áreas dio paso a un encuentro mucho más pausado. El Palencia CF manejaba bien la ventaja y no sufría ante un Laguna al que se le empezaba a hacer largo el partido. Romaric estuvo a punto de hacer el tercero, pero su disparo a la media vuelta se estrelló contra el larguero. Entretanto reaparecía Viti, recuperado de su lesión. La grada pedía jugadores palentinos en el campo. Viti, Herrera y Mario Valejo, al césped. Precisamente Herrera fue uno de los protagonistas, con un doblete que certificó el 4-0 final. El primero, gracias a un regalo de Romaric, que cuajó un encuentro sobresaliente. El segundo, merced a un magistral pase entre líneas de Mario Vallejo, que rompió a la defensa vallisoletana.