Todo comenzó en forma de reuniones con amigos los segundos y cuartos jueves de cada mes. Lo que en un primer momento eran encuentros informales para compartir tiempo con viejas amistades se ha convertido en la actualidad en la agrupación músico-vocal de boleros más grande Cantabria.

Una treintena de músicos y cantantes que, si bien se constituyó como agrupación en 2008, lleva en la música desde 1993. 

Pasaron de cantar en reuniones con amigos a hacerlo de gira por todo el país. ¿Se imaginaban esto cuando comenzaron?
La verdad es que no. Veníamos todos del ambiente universitario y, cuando conseguimos un poco de estabilidad, surgió el tema de quedar. Lo hacíamos en el restaurante Casa Inés el segundo y cuarto jueves de cada mes. En los postres, nos animábamos a cantar.

La gente nos decía que cada vez lo hacíamos mejor y nos preguntaba si nos habíamos planteado subirnos a un escenario.

En 2008 construimos la agrupación. Debíamos ponerla un nombre y, como nos juntábamos los jueves y cantábamos boleros, pensamos en Jueves de Boleros. 

¿En qué se refleja sobre el escenario el hecho de ser amigos?
Hay mucha complicidad. Muchos de nosotros llevamos actuando juntos desde que íbamos al colegio. Hemos pasado por rondallas, tunas y, algunos,  por agrupaciones profesionales. Lo que nos gusta es disfrutar y tocar juntos. Nos lo pasamos bien y eso se transmite al público. 

Al ser tantos integrantes debe ser difícil coordinar los ensayos
Por eso decidimos buscar a un director profesional. Gracias a él y a los arreglos de un par de compañeros, sonamos así. Al público le gusta y la prueba la tenemos en los cuatro discos que tenemos en el mercado. 

¿En qué otros aspectos han notado una mejoría por el director?
En tener un orden, entender las cuerdas volcales y la coordinación de la armonía. La parte delantera de la agrupación  cuenta con instrumentos que deben coordinarse con las voces. 

Aseguran tener «una personalidad propia y una manera diferente de hacer música». ¿A qué se debe?
A que hacemos temas muy conocidos, pero versionados de una forma muy particular. La que tiene Jueves de Boleros de entenderla. 

No es la primera vez que actúan en Palencia
Actuamos hace bastante tiempo en la plaza de San Pablo porque nos contrató la Diputación. Tuvimos bastante éxito porque se llenó. 

Su presencia sobre el escenario debe ser imponente
Y lo más importante es que somos una treintena de individualidades que, gracias al trabajo de nuestro director, cantamos al unísono. 

¿Diría que el bolero es un género en desuso?
Siguen estando de moda. Nosotros tenemos un reto: intentar hacer llegar nuestros conciertos a todo tipo de público, desde los 20 hasta los 70 años. 

Si bien es música que nuestros abuelos cantaban y escuchaban por la radio, ahora muchos cantantes conocidos  hacen alguna versión de un bolero. Incluso los Beatles tienen uno. 

¿Cómo buscan dirigirse a los jóvenes con su música?
Intentamos jugar con sus propias armas. Estamos en todas las redes sociales posibles, incluso en TikTok.

El pasado marzo dimos un concierto benéfico en el que el público era muy dispar. Nos hizo ilusión ver   a gente de unos 20 y 30 años cantando nuestras canciones. 

¿Cuál es su objetivo?
Cruzar el charco. Hemos estado en muchas partes de España y ahora nos gustaría actuar en México, Colombia, Perú, Chile o Cuba. 

Lo difícil de esto es coordinar a 30 personas que no son profesionales.Deberíamos dedicar unos 15 días de nuestras vacaciones, y ahí está el problema.