Sanidad moviliza 450 millones para comprar 55 medicamentos

David Alonso
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La farmacia hospitalaria y los medicamentos a través de la receta electrónica ya suponen más del 22% del presupuesto de la Consejería

Carlos Fernández Carriedo, durante la rueda de prensa. - Foto: Ical

Cuatrocientos cincuenta y siete millones de euros pone sobre la mesa la Consejería de Sanidad para lanzarse a la compra centralizada de 55 medicamentos que servirán para abastecer a los hospitales públicos de Castilla y León durante los próximos tres años. La reunión del Consejo de Gobierno de este jueves dio luz verde a este importante gasto para que la Gerencia Regional de Salud adquiera los principios activos de más de medio centenar de medicamentos antineoplásicos, inmunodepresores, antivirales, antihemorrágicos, antitrombóticos o para el aparato digestivo, entre otros. «Se trata de una cuantía muy relevante», destacó el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Una comparecencia que el también consejero de Economía y Hacienda aprovechó para explicar que la compra de estos medicamentos por más de 450 millones de euros se ha realizado por un procedimiento negociado sin publicidad por exclusividad, «ya que son fármacos cuya comercialización corresponde en exclusiva a determinados laboratorios que tienen las patentes».

Desde la Consejería de Sanidad recordaron que para el presupuesto de 2024 se han consignado más de 1.000 millones de euros para la prestación farmacéutica, en la que se incluye la farmacia hospitalaria y los medicamentos prescritos a través de la receta electrónica. Partida que ya supone más del 22 por ciento del presupuesto total de la Sanidad, que asciende a 4.879 millones de euros.

Tipos de medicamentos

Los medicamentos adquiridos por Sanidad en esta compra centralizada de 457 millones de euros son antineoplásicos, que impiden la formación de neoplasias (crecimientos que se pueden volver cancerosos); inmunosupresores, que reducen la actividad y eficacia del sistema inmunológico (prevención del rechazo de órganos después de un trasplante/control de enfermedades autoinmunes); antivirales para uso sistémico para tratamiento de infecciones ocasionadas por un virus; antihemorrágicos, utilizados para tratar trastornos de la coagulación; antitrombóticos, que evitan que se formen coágulos de sangre (trombos) o que estos aumenten de tamaño; medicamentos para el aparato digestivo y el metabolismo para el tratamiento de trastornos digestivos; los usados en la terapia endocrina para detener el crecimiento y la propagación de las células del cáncer; y otros de carácter diverso para el tratamiento de otras afecciones.

La selección de medicamentos para iniciar los procesos de centralización se han realizado, explicó Fernández Carriedo, «teniendo en cuenta varios factores», como por ejemplo el volumen de consumo; las innovaciones terapéuticas más eficaces y con un coste más elevado al de otras alternativas ya existentes; fármacos huérfanos destinados al tratamiento de enfermedades raras que solo afectan a cinco pacientes por cada 10.000 habitantes y que tienen un coste elevado; medicamentos biológicos para atender pacientes crónicos; y preparados contra la cronificación.