El cohetón y una lluvia de confeti morado anunciaron ayer el inicio de las fiestas y ferias de San Antolín, cuyo pregón corrió a cargo de la atleta palentina Marta García Alonso, «una mujer castellana y sencilla que con puro esfuerzo y plena dedicación hoy puede decir que es atleta olímpica y medallista europea en los 5.000 metros». La campeona invitó a los presentes, en una plaza Mayor abarrotada y que lució su mejor aspecto gracias al colorido de las peñas, a correr con ella con el único esfuerzo de los sentimientos y la imaginación.
Un recorrido por lugares comunes para quien se considere palentino que arrancó en su barrio, San Juanillo, «al que muchos solo venís el día de San Juan y, tal vez, en fiestas a la plaza de toros».
«Vamos a cruzar las vías por debajo de la pasarela de Villalobón hasta encarar San Lázaro, así que cuidado con los coches al cruzar la avenida de los Vacceos», describió la pregonera, que hizo de liebre llevando a los presentes por la avenida de Manuel Rivera. «No puedo evitar sonreír cuando paso por delante de Las Angelinas porque allí pasé 13 años muy importantes de mi vida», reconocía.
Carrera y pregón desde el corazón - Foto: Sara MuniosgurenPor el Salón -«tengo una imagen borrosa de aquel parque de los años 2000 pero más nítida de gente disfrutando de las terrazas en la actualidad», comentó Marta García- llegó a la ribera del río y el parque Ribera Sur.
En una tarde calurosa, seguro que muchos de los que acompañaron a la pregonera en esta carrera imaginaria agradecieron la sombra de sus árboles y el fresco del río. «El mismo donde se hace la famosa ITA, aunque a mi me gusta más hacer su vuelta de 3 kilómetros. Venga, vamos para dentro y disfrutad del suelo blandito», animó la atleta.
Otra zona verde de la ciudad, el parque de Isla Dos Aguas fue el siguiente destino. «¡Qué afortunados somos de tener tantas zonas verdes tan ideales para correr!», comentó la pregonera, que desveló que a pesar de sus muchos viajes no ha conocido muchas otras ciudades que inviten tanto a ello como lo hace Palencia.
Carrera y pregón desde el corazón - Foto: Sara MuniosgurenUna vuelta al parque, de un kilómetro justo como saben los que allí corren, permitió a los presentes contemplar la estampa de «la iglesia de San Miguel emergiendo de entre las copas de los árboles». «¿Me seguís el ritmo, verdad?», preguntó Marta García a los presentes antes de dirigirse a las Huertas del Obispo. «Creo que aquí hice una de mis primeras carreras de cross... o al menos así lo recuerdo», comentó, aunque también reconoció sus «noches de fiesta en San Antolín» con sus amigas.
Ante el pabellón municipal, «donde tanto hemos vibrado este año con nuestro equipo de baloncesto en ACB», optó por dirigirse a la avenida de Simón Nieto, cruzar Los Jardinillos y regresar a casa. «Diez kilómetros, vuelta completada. Respirad hondo, dadle un traguito al agua y sentid las endorfinas, el relax y la satisfacción después de un poco de deporte», animó.
De morado. Si ayer hubo que pensar en Marta García corriendo por las calles palentinas a nuestro lado, obligatoriamente debió hacerse imaginándola vestida de morado porque en todo momento presumió de palentinismo.
«Nací en León en las navidades de 1998 y para Reyes ya estaba instalada en el barrio de San Juanillo», explicó la pregonera, que rememoró sus días en el parque del dragón, el Salón, el Campo de la Juventud, la plaza de San Pablo y el Conservatorio, el IES Jorge Manrique... «Volvería una y otra vez a aquellos años, porque, como dice Jorge Manrique, «la vida es corta, el reloj un embustero, todo lo que importa no se compra con dinero».
«A día de hoy, en el que paso menos tiempo por aquí del que me gustaría entre concentraciones y competiciones, cada ocasión que tengo de volver a casa me gusta aprovechar mis rodajes suaves para reencontrarme con la ciudad», confesó.
Marta García terminó su pregón como una recomendación, ya que además de atleta, campeona y olímpica es médica: «Animaos a hacer deporte. Aunque a mí me guste correr, cualquier opción es bienvenida. ¡Vivan las peñas, viva San Antolín y viva Palencia!». Medalla de oro.