A pesar de haber conseguido el objetivo de mínimos planteado tras decir adiós a toda posibilidad de título este curso, el segundo puesto de LaLiga, que otorga un billete para disputar la Supercopa de España, las dudas siguen instaladas en el entorno del Barcelona respecto a qué dirección tomará el proyecto deportivo el próximo curso.
El presidente de la entidad, Joan Laporta, ha perdido la confianza en Xavi Hernández tras el análisis por parte del técnico de la situación financiera del equipo la pasada semana. El máximo dirigente estima que, con sus afirmaciones, el egarense no confía en una plantilla actual que, salvo alguna salida necesaria, será con la que cuente al 90 por ciento la siguiente campaña.
A pesar de esta situación, Laporta se vio ayer con Xavi para felicitarle por asegurar el subcampeonato en el torneo doméstico y lo citó a reunirse después del encuentro del domingo en el campo del Sevilla, en la última jornada de LaLiga, para discutir su continuidad, según apuntaron ayer varios medios deportivos nacionales.
Si algo ha llevado al presidente a tomarse una semana más de reflexión es el año de contrato que aún le queda al preparador, esa misma persona a la que ratificó en su puesto hace unas tres semanas mientras se emocionaba en el acto público.
Y es que destituir a Xavi sería dañar las ya maltrechas arcas del club azulgrana, ya que, según revelaron varios medios, el entrenador y su equipo técnico deberían percibir una cantidad cercana a los 20 millones de euros si son despedidos.
Desde la sala de prensa, después de la victoria del Barça contra el Rayo Vallecano en Montjuïc por 3-0, el preparador catalán adoptó un discurso prudente al afirmar que el presidente «siempre ha ido de cara» y que confía que en esta ocasión actúe el mismo modo.
«Tenemos que hablar de alguna manera, pero estoy tranquilo. Estuve el otro día con Deco (director deportivo) y Rafa Yuste (vicepresidente), y me transmiten calma», comentó el entrenador.
Aún así, salvo que se produzca un cambio en los próximos días, todo parece indicar que Xavi podría estar afrontando sus últimos días al frente del combinado blaugrana, y, de ser así, su sustituto apunta a ser Rafa Márquez, a fin de cuidar lo máximo posible la situación financiera de la entidad.